Quieres que hagan una tarea, necesitas que estén listos a una hora, desearías que el cuarto estuviera ordenado, no consigues arrancarlos de las pantallas. ¿Cómo conseguir que tus hijos te hagan caso sin perder la
paciencia en el intento? ¿Cómo logramos no sucumbir a la ansiedad que nos produce y caer en el error del castigo permanente?