En verano, los constantes cambios de temperatura y la humedad pueden afectar a nuestros oídos, provocando eczema ótico, una inflamación de la piel del oído externo que produce un incómodo picor que, aunque no es grave, puede alterar de forma importante la calidad de vida si no se trata.
El picor de oídos, eczema ótico o inflamación de la piel del oído externo es un tipo de dermatitis muy común e incómoda que se puede intensificar con la llegada del calor, ya que los cambios de temperatura y la humedad de esta época favorecen su aparición.
Esta patología suele presentar picor, enrojecimiento, descamación y es recurrente, incluso en ocasiones se puede cronificar, por lo que es recomendable seguir ciertas pautas para prevenir su aparición.
Mantener los oídos secos, limpios y ventilados, así como utilizar tapones durante el baño o no compartir toallas son algunos consejos para prevenir el incómodo picor de oídos.
No secar bien los oídos al salir del agua, compartir toallas o una limpieza excesiva del conducto auditivo pueden ser causantes de este problema que nos puede arruinar el verano y que puede afectar a personas de todas las edades, siendo recurrente e incluso en ocasiones crónico.
Además, por su carácter estacional, verano y primavera son las temporadas donde el eczema ótico puede aparecer con más intensidad, por lo que es clave que ahora seamos incluso más cuidadosos con nuestros oídos.
Este constante picor de oídos puede alterar la calidad de vida de quienes lo sufren de forma muy importante, por lo que es esencial acudir a un profesional ante los primeros síntomas.
Y es que según una encuesta , el picor de oídos afecta al 62,7% de los pacientes, con una intensidad media de más de 6,5 sobre 10. Además, provoca alteraciones del sueño en el 19% de las personas afectadas, y problemas para concentrarse en el trabajo en el 30,7%.
Consejos para mejorar el picor de oídos y prevenir su aparición
– Seca tus oídos después de bañarte en la piscina o la playa, ya que para prevenir el eczema ótico es esencial mantenerlos limpios, secos y ventilados. Incluso, si es posible, utiliza tapones.
– No compartas elementos de aseo con otras personas, especialmente toallas.
– Evita practicar una higiene excesiva, ya que podría irritar la piel, y no utilices bastoncillos o cualquier otro utensilio similar.
– Cuando salgas del agua, limpia el conducto del oído con un pañuelo de papel, la punta de una toalla, o utiliza papel absorbente suave, siempre hasta donde llegue el dedo y evitando introducir objetos en el interior del oído.
– Evita el contacto con sustancias irritantes que puedan desencadenar o favorecer la inflamación ótica, como productos que puedan ser agresivos o que no respeten el pH natural de la piel.
– Si la inflamación ya se ha producido, no rasques la zona afectada, ya que podría favorecer la sobreinfección.
– No apliques ningún producto en el conducto antes de consultar a un profesional sanitario. Él sabrá cuál será el tratamiento más adecuado para ti.
– Ante la aparición de posibles síntomas, visita a tu médico y sigue el tratamiento que te prescriba. Los hidratantes tópicos ayudan a reducir la frecuencia y la severidad del eczema, disminuyen la inflamación y restauran las funciones de la epidermis.
Siguiendo estos consejos, podrás ayudar a prevenir la aparición de eczema ótico.
Marina Berrio
Asesoramiento: Equipo de eczemaotico.com
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