Hoy toca vacunarse. ¿Cómo reaccionará mi bebé? Lo normal es que llore y llore mucho, algunos hasta el extremo de ponerse morados. La madre también sufre. Pero el bebé siempre tiene que notar que está protegido por su madre o padre. Mediante caricias, abrazos y acurrucos, el niño se sentirá más seguro.
Los bebés necesitan vacunarse para protegerlos de enfermedades infantiles, enfermedades que pueden tener complicaciones graves y provocar incluso la muerte. Al ser más pequeños, su sistema inmunológico aún no se ha desarrollado del todo y por eso, es el mejor momento para la vacunación.
¿Por qué tantas vacunas?
Gracias a la ciencia, enfermedades que antes causaban graves infecciones que podían incluso ocasionar la muerte, pueden evitarse con vacunas. No te preocupes por tener que ponerle tantas vacunas a tu bebé en periodos muy cortos e incluso algunas a la vez. Está demostrado que no le va a pasar nada al bebé. Quizás pueda tener diferentes reacciones, pero son normales.
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Jeringuillas. ¿Y por qué con agujas?
¿No hay otro sistema? Muchas de las vacunas tienen más efectividad por vía intramuscular que por vía oral. En ocasiones, las vacunas que se administran vía oral, no llegan bien al organismo del niño porque lo vomitan, lo escupen etc.
Parece lógico pensar que las jeringas o agujas pequeñas representan la mejor alternativa al momento de aplicar un inyección a un bebé. Sin embargo, investigadores del Reino Unido sugieren que las agujas grandes, en lugar de las pequeñas, hacen que las inyecciones sean menos traumáticas tanto para los bebés como para los padres.
Tipos de reacciones de las vacunas
¿Qué tipo de efectos secundarios pueden provocar las vacunas suministradas a los bebés?
Pueden ser de diversos tipos:
– Fiebre: de intensidad y duración variables, que puede aparece poco después de la vacunación y raramente persiste más de 48 horas. Se le puede administrar un antitérmico para bajarle la fiebre del tipo paracetamol.
– Otros efectos secundarios pueden ser, dependiendo de cada una de ellas: fiebre leve, sarpullido o dolor en el lugar de la inyección. Una ligera incomodidad es normal y no debe ser motivo de alarma .Se le administra un analgésico o se le aplica una pomada local adecuada recetada por el pediatra.
¿Por qué las dosis de recuerdo?
Muchos padres se preguntan por qué son necesarios tantos recuerdos ¿No es suficiente con una dosis? Las vacunas proporcionan un estímulo para que el organismo sea capaz de producir anticuerpos específicos, es decir, para que el cuerpo humano genere defensas contra determinadas enfermedades.
Con una primera dosis se alcanzan los niveles adecuados de anticuerpos, pero no son suficientes para combatir la enfermedad. Éstos anticuerpos se mantendrán en el organismo gracias a las dosis de recuerdo. Cuando un bebé se vacuna, la respuesta inmune que produce tiene una duración limitada. Es por ello que al cabo de un cierto tiempo, dependiendo del tipo de vacuna, se recomienda una revacunación.
Recomendaciones de la AEP sobre las vacunas infantiles
El Comité Asesor de Vacunas (CAV) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) insiste en la utilización de vacunas de polio inactivadas, en cualquier edad, y recomienda la vacuna de varicela y la vacuna conjugada de neumococo. La varicela es una enfermedad que afecta prácticamente a la totalidad de la población infantil. En el calendario vacunal que propone la AEP se administra una dosis entre los 12 y los 15 meses, a ser posible de forma simultánea con la triple vírica, pero con distinta jeringa y en sitios diferentes. Cuando no sean administradas en la misma visita, deben distanciarse, al menos, un mes.
El neumococo es una bacteria que produce infecciones muy frecuentes en niños de menos de dos años que pueden ser muy graves. Los dos procesos graves que puede desencadenar esta bacteria son la neumonía y la meningitis. La vacuna contra el neumococo conjugada heptavalente (VNC 7-v) ofrece una elevada protección frente a la infección producida por esta bacteria con una primovacunación a los 2, 4 y 6 meses de edad y una dosis de recuerdo entre los 12 y 24 meses. Asimismo, recomienda la vacunación de niños mayores de 24 meses en los que concurran factores de riesgo para la enfermedad invasiva neumocócica.
Consejos sobre las vacunación de tu bebé
1. La cartilla de vacunas es importantísima ¡guárdala en sitio seguro desde el primer día que la den! Debe empezar en el momento en el que el bebé recibe la primera vacuna y será actualizada cada vez que el niño reciba la siguiente.
2. Los padres debemos estar siempre en el campo visual del niño para dar seguridad en el momento de la vacuna.
3. Mientras el médico o la enfermera le administra vacuna, es muy bueno que nuestro hijo nos sienta, nos palpe (acariciar la piel, hablar suavemente, ofrecer su chupete después de la vacuna, abrazarle).
4. En la administración vía oral es necesario controlarle las manos y sujetarle la cabeza. Es aconsejable antes del biberón o la papilla.
5. Puede ser aplicada más de una vacuna el mismo día y en distintos sitios.
6. Las vacunas pueden ser aplicada si el niño tiene un catarro sin fiebre o un poco de tos.
7. El niño que reciba la vacuna de la polio deberá tener media hora de ayuno antes y después de la administración de la vacuna. Si el niño vomita durante los 20 minutos posteriores a esta vacuna, se debe repetir la dosis.
8. Es muy frecuente que la vacuna triple vírica produce enrojecimiento, hinchazón, dolor.
No tengas miedo de preguntar al médico todas las reacciones que puede tener el niño después de la vacuna y qué es lo que hay que hacer contra esas reacciones. El niño puede que se sienta desganado los días siguientes, y no hay que forzarle a tomar nada si no lo acepta.
Georgina Esparch
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