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Vacunas Covid-19: fortalece tu salud ante los efectos secundarios

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Todavía muchas personas están esperando ponerse la vacuna y ahora esta espera puede resultar eficaz si se aprovecha para poner a punto el sistema inmunológico. La inmunización frente Covid-19 puede dar algunos síntomas tras la vacuna. Lo normal es que sean leves tras la primera dosis de la vacuna, y algo más molestos tras la segunda dosis.

Para que este malestar tras la vacunación de la Covid-19 dure poco, es recomendable poner a punto nuestro sistema inmunitario con una dieta rica en minerales y vitaminas que podemos encontrar en algunos alimentos que pueden ayudar a que los efectos secundarios de las vacunas con las que se trata de frenar a la pandemia nos afecten lo menos posible.

Muchas de las investigaciones en este campo apuntan a la microbiota intestinal, que son todas esas bacterias que habitan en nuestros intestinos y que varían en función de nuestra genética y, sobre todo, de nuestra alimentación. Estas bacterias que también pueden determinar el desarrollo de enfermedades o incluso nuestra inmunosenescencia, término que hace referencia al deterioro gradual del sistema inmune provocado por el avance natural de la edad.

La importancia de una macrobiota sana

El doctor Xavier Cortés explica que en uno de los ensayos de la vacuna AstraZeneca los pacientes mayores de 55 años presentaron una respuesta a la vacuna con muchos menos anticuerpos neutralizantes que los menores de ese rango de edad. «Una de las hipótesis que va ganando peso sobre este debilitamiento de la respuesta del sistema de defensa a las vacunas en personas mayores de 55 años, es el deterioro progresivo que presenta nuestra microbiota intestinal», reseña Cortés.

Muchas especies bacterianas intestinales tienen una capacidad inmunomoduladora mediante la producción de ciertos metabolitos a través de la fermentación de algunos alimentos, que contribuyen al buen hacer de nuestro sistema nervioso. «Diferentes estudios apuntan hacia que la abundancia de determinadas especies intestinales en lactantes se asocia con respuestas óptimas a la proliferación de células T e IgG específicas de varias vacunas», indica el doctor Cortés.

Además, según la nutricionista Lucía Redondo, «un déficit en vitaminas como la E y la D, y de minerales como el zinc y el selenio podría limitar la eficacia de la vacuna frente al Covid, al igual que se ha demostrado con otras vacunas como la de la influenza, polio o hepatitis B».

Más frutas, hortalizas, frutos secos…

De ahí que sea tan importante para ambos doctores mejorar esa microbiota y asegurar el aporte de nutrientes, y que quieran ofrecer consejos nutricionales para conseguirlo. Consejos tan sencillos como consumir cinco raciones de frutas y hortalizas al día, que ya se han reportado beneficios en pacientes a los que se han vacunado contra el neumococo.

«Las hortalizas y las frutas aportan buenas dosis de fibras fermentables, vitaminas, minerales y compuestos fenólicos que ayudan a mejorar la microbiota y el sistema inmunitario», argumenta Redondo. Adicionalmente, los alimentos fermentados como el kéfir, el yogur, el chucrut o la kombucha, son grandes aliados de nuestros microbios intestinales.

El papel de los minerales en nuestra salud

Asegurar en nuestra dieta el aporte de selenio puede conseguirse con algo tan simple como consumir al día un par de nueces de Brasil. «El incremento de los niveles de selenio se sabe que mejora la respuesta inmunitaria a la vacuna contra la poliomielitis. En un estudio se suplementó durante 15 días a personas adultas que tenían niveles bajos de este mineral y los resultados fueron óptimos», subraya el doctor Xavier Cortés.

Otros estudios han demostrado que el incremento de vitaminas como la E (que contienen las avellanas, las almendras o las semillas de girasol) han mejorado la respuesta de pacientes a vacunas contra la hepatitis B o contra el tétanos.

«Asimismo, minerales como el zinc se sabe que afectan a la funcionalidad de células del sistema inmune. Algunos de los alimentos que más cantidad de zinc tienen son los mariscos y algunas carnes. En personas mayores es muy frecuente el déficit de zinc y eso puede comprometer el buen funcionamiento de nuestro sistema inmunitario», afirma la doctora Lucía Redondo.

Dormir bien ayuda al sistema inmunológico

Pero, ay otros factores que, según estos profesionales, podrían también mejorar nuestra respuesta a la vacuna. Factores que también dependen de nosotros mismos como la calidad de nuestro sueño. Diferentes estudios han determinado que dormir mejor o peor puede generar células o anticuerpos que mejoren nuestro sistema inmunitario.

«Todo son investigaciones preliminares, pero hay varias pistas que nos llevan a pensar que extender la duración del sueño durante la noche después de la vacunación podría ayudar a una respuesta adecuada a las vacunas, además de evitar enfermedades graves en el individuo», apostilla Xavier Cortés.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Lucía Redondo, experta en Nutrición y el doctor Xavier Cortés, experto en Digestivo, del Hospital La Salud de Valencia

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