La higiene es un tema complicado para habituar a los más pequeños, pero todo resulta más fácil cuando lo ven como un juego. Así, la obligación de bañarse todos días no resulta un rollo para ellos cuando se pueden llevar los juguetes a la bañera. Con la higiene dental ocurre algo similar, no todos los niños se limpian los dientes a diario, y para conseguir que lo hagan se les puede ayudar de distintas formas.
Tener un cuidado correcto de la boca es muy importante para que no aparezcan caries ni otros problemas bucales como la gingivitis y en el caso de que surjan siempre es conveniente consultar con los mejores especialistas. No es necesario asustar a los niños para evitarlos, pero una forma para hacerles entender mejor que la higiene dental es fundamental para prevenir problemas mayores puede ser inventando trucos y juegos relacionados con la limpieza de los dientes, con lo que aprenderán y se divertirán. Las canciones y cuentos también son un buen recurso, ya que los protagonistas podrían sufrir los efectos de un mal cepillado.
Trucos para enseñar a los niños a lavarse los dientes
Si lo que quieres que es tus hijos adquieran el hábito de lavarse los dientes varias veces al día, lo hagan ellos solos y con una buena técnica, es necesario invertir algo de tiempo y paciencia en enseñarles algunos trucos eficaces que no olvidarán y que pondrán en práctica todos los días:
1. Imitación. Un truco que funciona muy bien es la imitación. A los niños les encanta imitar todo lo que ven, sobre todo si lo hacen «los mayores». Por eso es bueno que observen a sus padres o hermanos lavarse los dientes correctamente. Comprar un cepillo adecuado para su edad y con colores bonitos, es una buena idea, y aún mejor, llevarles para elegirlo a su gusto. Se sentirán especiales y le tomarán cariño.
La mejor forma para que incluyan los cuidados dentales en sus costumbres, es que siempre haya sido un hábito, es decir, que sus padres les limpiaran los dientes hasta que ellos aprendieran a hacerlo por sí mismos. Igualmente, que lo incorporen a su rutina no significa necesariamente que lo hagan bien, con lo que será necesario estar pendientes de ellos y revisar que realicen el cepillado de dientes durante al menos dos minutos y no se dejen ninguna zona por limpiar.
2. Aprender la técnica. Cepillar de arriba abajo y de abajo arriba, incluyendo las encías para evitar la aparición de sarro entre la encía y el diente, cepillar las muelas y la cara interna de los dientes y, muy importante, en último lugar, hay que limpiar también la lengua.
3. Usar bien la pasta dental. Aunque les guste el sabor, porque sabe a chicle, la pasta dental no se come ni se traga. La cantidad de pasta dental que se pone en el cepillo debe equivaler a un garbanzo. Es conveniente que usen la cantidad justa para que no se forme mucha espuma o luego sea más dificl para ellos enjuagarse la boca.
4. Enjuague bucal. Ideal para prevenir caries gracias a las fórmulas fluoradas. Les encantará aprender a usarlo como un juego, mientras hinchan sus mofletes. Es fundamental enseñarles que no sustituye al cepillado, sino que lo complementa y que debe realizarse siempre después del cepillado, nunca antes.
5. Hilo dental. Presenta más complicaciones a la hora de adquirir habilidad para usarlo bien por parte de los niños, pero es fundamental para una mayor higiene interdental. Despliega unos 20 cm de hilo dental y prueba a que practiquen con los incisivos primero, para pasar después a los molares.
Marina Berrio
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