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Torceduras de tobillo, cómo cuidar al niño en esta situación

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Cómo se trata un esguince de tobillo
Foto: ISTOCK Ampliar foto

A los niños les encanta reír, saltar, moverse, jugar y pasárselo bien. Pero con tanta emoción es probable que algún problema suceda, como por ejemplo alguna caída que cause una herida o algún giro brusco que le provoque una lesión. Una de las más comunes es la torcedura de tobillo.

Si bien la salud del niño no se resiente por un esguince, su calidad de vida sí que se pierde. La necesidad de reposo y el dolor que le causa su tobillo hace que el más pequeño de la casa tenga adaptarse a esta nueva situación. Los padres deben velar por cuidar lo más posible de sus hijos en estas situaciones y asegurar el bienestar de los mismos.

Qué es una torcedura de tobillo

Las torceduras de tobillo, o esguinces, son lesiones que se producen después de un brusco giro en una extremidad del niño. Si estas zonas del cuerpo se estiran demasiado, esto se deriva o bien en una distensión, esguince de grado I, bien un desgarro parcial, grado II, o una rotura total, grado III. A medida que el niño va adquiriendo más autonomía de movimiento, tienen más probabilidad de sufrirlos.

También los adolescentes tienen más posibilidades de sufrir un esguince dado que en este periodo de tiempo se producen cambios en la elasticidad de sus músculos. Los padres deben saber que si sus hijos han sufrido alguna torcedura, es mucho más probable que tengan otra en el futuro.

Consecuencias de un esguince

Como se ha dicho al comienzo del texto, si bien un esguince no afecta a la salud, tiene numerosos efectos sobre esta. Estas situaciones producen un dolor en la zona del tobillo y una mayor dificultad al andar. Las molestias no solo aparecen cuando el niño está en movimiento, también puede suceder que en reposo se sientan estando los ligamentos lesionados «en frío».

Junto con el dolor, también es posible que aparezca un pequeño «bulto» provocado por la rotura de vasos sanguíneos que no reviste mayor importancia para el niño ni supone que la gravedad del esguince sea mayor. Para el tratamiento de una torcedura de tobillo lo primero que se ha de hacer es aplicar hielo en la zona donde se ha producido y evitar que el pie tenga contacto con el suelo.

La inmovilización total del tobillo hasta su recuperación sólo responde a los esguinces de grado II y III, en el primer caso sólo se deben usar muletas en durante las primeras 48 horas tras las cuales se puede probar a empezar a caminar. Si el dolor no lo permite, hay que retomar el apoyo externo de estos instrumentos ortopédicos. Para tratar las molestias se puede recurrir a algún medicamento como el ibuprofeno.

Los esguinces de grado I y II se suelen superar en una o dos semanas, mientras que los más graves precisan de un mayor tiempo de sanación. Las molestias pueden seguir durante más días, por lo que no hay que asumir riesgos innecesarios. Habrá que acudir al médico al advertir cualquiera de los siguientes síntomas:

– Deformidad aparente de la articulación

– Afectación de la parte interna del tobillo

– Dolor en los bordes óseos palpables.

– Imposibilidad inmediata para soportar la carga del peso del propio pie.

– Presencia de un hematoma importante inmediato que puede orientar hacia los grados más avanzados de la lesión, por desgarro de los ligamentos.

Damián Montero

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