La medicina natural y la llamada medicina convencional -u occidental- suelen entrar en conflicto. Para muchas personas, los doctores alópatas, aquellos que practican la medicina convencional, concentrados en síntomas, «olvidan las causas de la enfermedad con tratamientos invasivos». Para la gran mayoría, la medicina alternativa es ineficaz, insegura y no está probada científicamente.
Ambos tienen razón, ninguna medicina causa tantos efectos secundarios como la medicina convencional, pero también es cierto que es la que más y mejores resultados tiene en numerosos tratamientos.
Son pocos los profesionales que proponen tratamientos colectivos, es decir, que no enfrentan la medicina natural a la medicina convencional, sino que entienden que, si bien el desarrollo clínico ha producido grandes avances, las terapias naturales pueden complementarlos o ayudarnos a romper el ciclo de medicamento y enfermedad.
Medicina convencional frente a terapias naturales
Resulta evidente, como en casi todo, que no se puede generalizar. Muchas de las terapias alternativas se han perfeccionado a lo largo de los siglos y la investigación médica aún no las alcanza. Otras, como la macrobiótica o el shiatsu, han aprovechado los conocimientos médicos de su época, pero corren el riesgo de quedar desactualizadas. Lo mejor que se puede hacer es trabajar en conjunto.
En el espectro de la investigación médica, se pone mucho énfasis en el método científico. En principio, esto puede parecer adecuado, ya que se cree que si un tratamiento no puede ser validado científicamente no debería ser aceptado. Sin embargo, lo que para un doctor puede ser un síntoma de enfermedad, para un terapeuta alternativo pueden ser dos o más síntomas distintos, o ninguno. Esto provoca que tratamientos médicos vigentes que ?según los defensores de las terapias naturales?, han demostrado efectividad durante miles de años, sean desacreditados por distintos sectores de la comunidad médica.
Las terapias naturales o alternativas tienden a no mirar la enfermedad, sino a buscar la salud a través del equilibrio en el cuerpo. El cuerpo revela una relación entre los síntomas y la enfermedad que es medida y tratada por la medicina occidental. En cambio, la relación sutil entre las energías del cuerpo, el origen de la enfermedad, es mucho más difícil de medir por aparatos tecnológicos y, por lo tanto, su efectividad queda comprometida.
Los avances tecnológicos de las últimas décadas parecen avanzar hacia un rompimiento con el paradigma cartesiano, en el que la medicina (occidental) debe ocuparse del cuerpo, mientras la religión de los sentimientos y del alma. Las tecnologías recientes concuerdan con muchos de los principios de la medicina alternativa, en que el individuo debe ser comprendido como un todo, no como una colección de órganos. Tanto las terapias alternativas como la ciencia médica deben aproximarse en un clima de mutuo respeto. La desconfianza ha provocado que ambas se satanicen y distancien, en perjuicio del individuo.
La gran ventaja que tienen muchas terapias naturales y tratamientos alternativos es su inocuidad: son relativamente inofensivos. La búsqueda de estándares profesionales y la integración al tratamiento médico convencional pueden ayudar a asegurar esta seguridad y a reconocer los escenarios en que estas medicinas funcionan mejor.
La regulación gubernamental también es importante. La falta de control sobre contenidos en los suplementos, los productos de parafarmacia y homeopatía y la falta de consenso en torno a dosis y fuentes, obligan a los terapeutas responsables a competir en el mismo escenario que charlatanes y estafadores, muy por debajo de los estándares que protegen a la industria farmacológica.
Ventajas de las terapias naturales
1. Son menos agresivas para el cuerpo. Suelen carecer o tener mínimos efectos secundarios.
2. Promueven el bienestar general, no sólo combaten un síntoma. Muchos tratamientos naturales también te ayudan con tus emociones.
3. No tienen efectos a largo plazo. A diferencia de muchas medicinas que dejan sustancias en tu cuerpo que pueden dañar tus órganos.
4. Son más económicos. Porque no estás pagando ni el laboratorio ni la patente.
5. Son holísticos, no específicos. Miran al cuerpo como un todo, se interesan por que todo esté bien, no una parte.
6. No son agresivos con el cuerpo. Al ser naturales, salvo excepciones, son fáciles de asimilar y eliminar.
7. Son preventivos. Puedes recibir un tratamiento antes de que aparezcan síntomas de la enfermedad.
Desventajas de las terapias naturales
1. No las someten a los mismos controles de calidad. Muchos productos pueden no ser lo que prometen.
2. Al haber una menor supervisión, también hay una exposición a fuentes no sanitarias o contaminadas.
3. Son más lentos. La mayoría de los tratamientos se concentran en el origen del problema, no en el síntoma, por lo que el síntoma puede tardar más en desaparecer.
4. Las dosis están poco controladas. Las dosis varían entre terapeutas por falta de consenso.
5. Son holísticos, no específicos. Son menos eficaces para aliviar un problema agudo
6. Muchos tratamientos naturales no están cubiertos por el seguro, por lo que su costo debe ser asumido de manera adicional.
7. Suelen tener problemas para tratar emergencias. En casos de crisis, su espectro es muy limitado.
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