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Síndrome de Tourette, cuando los tics alteran el día a día de los niños

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¿Cómo Afecta El Síndrome De Tourette A Los Más Pequeños?

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El bienestar de los hijos es una de las mayores preocupaciones de todo padre. Muchas son las cosas que pueden hacer para prevenir futuros males a los más pequeños de la casa. En otras situaciones los niños resultan víctimas de trastornos que es mejor conocer para poder, si bien no curar, hacer que sus efectos alteren lo menos posible el día a día de los menores.

Un ejemplo es el síndrome de Tourette. Un trastorno neurológico que aparece en la infancia o en la adolescencia. Se caracteriza por la presencia de tics motores y fónicos que perduran durante más de un año, síntomas que hacen que la rutina de los más pequeños se alteren.

Síntoma del síndrome de Tourette

Tal y como explican en la Tourette Association of America los primeros síntomas de este síndrome son movimientos involuntarios, tics. Estos se reparten desde la cara, brazos y otros miembros del cuerpo. Suelen ser frecuentes, repetitivos y rápidos. La señal más habitual es un tic facial (parpadeo, contracción de la nariz, muecas). Pueden reemplazarlo o agregarse otros en el cuello, tronco y extremidades.

A medida que avanzan los síntomas, los tics pueden involucrar a todo el cuerpo y mostrarse a través de patadas y pisotones. También se han manifestado los llamados impulsos premonitorios, el deseo de realizar una actividad motora. También pueden producirse otros síntomas como el toqueteo, los pensamientos y los movimientos reiterados y los trastornos obsesivos.

También hay tics vocales que se producen junto con los movimientos de forma habitual. Las vocalizaciones pueden incluir gruñidos, carraspeos, gritos y ladridos. También pueden mostrarse en forma de coprolalia (el uso involuntario de palabrotas o de frases inapropiadas en el contexto social) o copropraxia (gestos obscenos). Hay que destacar que estos dos últimos puntos no son comunes.

No es necesario que se presente ecolalia, coprolalia o copropraxia para realizar un diagnóstico de síndrome de Tourette. Sin embargo, para que se confirme el dictamen médico deben presentarse tanto los movimientos como las vocalizaciones involuntarias. También pueden darse episodios de eco, aunque con menor frecuencia. Entre ellos pueden encontrarse la repetición de palabras de otras personas o de la propias (palilalia) y la imitación de movimientos de otros individuos.

Evolución del síndrome de Tourette

Los síntomas del síndrome de Tourette son muy diferentes de una persona otra y varían de muy leves a graves, la mayoría de los casos corresponden a la categoría leve. En los casos más graves pueden aparecer problemas de atención, impulsividad, conducta obsesiva compulsiva y trastornos de desarrollo del aprendizaje.

La mayoría de las personas con síndrome de Tourette llevan vidas productivas. No hay barreras para sus logros en la vida personal y profesional. La terapia con estos individuos está en evitar la falta de autoestima que puede generar el presentar tics ante el rechazo que causan en sus compañeros.

La terapia conductual es un tratamiento que enseña diferentes maneras de controlar los tics a las personas con síndrome de Tourette. Este tratamiento no es una cura para los tics, sin embargo, puede ayudar a reducir el número, la gravedad y el impacto de los mismos o una combinación de todos esos factores.

También pueden utilizarse medicamentos para reducir los tics graves o de mayor agresividad que hayan creado problemas en el pasado con la familia, los amigos, o cualquier otra persona del entorno del menor. Si bien los fármacos no eliminan los tics por completo, pueden ayudar a algunas personas con síndrome de Tourette en su día a día.

Damián Montero

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