Se acerca el verano, llegarán las altas temperaturas y habrá que extremar las precauciones para evitar los problemas derivados del calor. Lo que antes podía ser seguro, en el periodo estival puede transformarse en una trampa mortal, como por ejemplo el asiento trasero de un coche.
Así lo indica un estudio de equipo de Nancy Selover y Jennifer Vanos para la revista Temperature en donde han profundizado el mecanismo por el que un coche se convierte en un elemento muy peligroso para los más pequeños. Un método con el que ser previsores y poder tomar medidas de seguridad con tal de evitar estos accidentes en los más pequeños.
Una hora para transformarse en peligro
En esta investigación se tuvieron en cuenta tres tipos de vehículos para comprobar cómo el interior se calentaba hasta transformarse en un entorno peligroso para los más pequeños. Todos los resultados señalaron que una sola hora bastaba para que el aire del interior hiciera que este ambiente fuera mortal para los niños, incluso si el vehículo estuvo aparcado en la sombra.
En aquellos coches aparcados al sol durante el estudio, al cabo de una hora la temperatura en el interior superó los 46 grados centígrados. El salpicadero se puso a 70 grados centígrados, mientras que el volante y los asientos alcanzaron en torno a 50 grados centígrados en todo este tiempo.
Aquellos vehículos aparcados a la sombra presentaban temperaturas en su interior más cercanas a los 37 grados centígrados. Un aviso que advierte en circunstancias como por ejemplo ir a las compras, ocasiones en las que un coche queda estacionado durante mucho tiempo. En primer lugar, se hace imprescindible nunca dejar a los hijos en el interior mientras se realizan estas tareas.
En segundo lugar, se aconseja encender el coche y encender el aire acondicionado para refrescar el ambiente o abrir el ambiente para mover el aire. Aunque de nuevo, tanto Selover como Vanos insisten en el hecho de que lo más importante es evitar el olvido de los niños en el coche, algo que puede suceder en tareas tan rutinarias como acudir a la compra.
Seguridad en verano
Ante la cercanía del verano se hace necesario recordar algunas de las normas de seguridad que se precisan en verano para asegurar la integridad de los más pequeños. Estos son algunos que se ofrecen desde Cruz Roja:
– Bañarse en zonas habilitadas para ello. En las piscinas hay que fijarse en las profundidades y evitar que los más pequeños se bañen en zonas que no están pensadas para ellos. En las playas hay que respetar las banderas y otros avisos.
– Utilizar una protección solar adecuada. Es importante aplicarse el factor de protección correcto para nuestro tipo de piel.
– Seguir las normas de higiene. En localizaciones como piscinas se recomienda el respeto de medidas de higiene para evitar el contagio de hongos y otros problemas. En la playa es mejor guardar la basura y tirarla para evitar que otros puedan tropezar o incluso cortarse con los restos.
– Hidratación. Mantener una buena hidratación en los más pequeños evitará muchos problemas.
Damián Montero
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