¿Qué duda cabe de que la actividad física es muy importante en el día a día de las personas? Moverse asegura diversión y un buen estado de salud al mantener lejos diversos problemas como la obesidad o la diabetes, así como los índices de colesterol. En el caso contrario, el sedentarismo es una opción muy peligrosa aunque sus riesgos no se aprecien de forma habitual.
Sin embargo, a largo plazo, el sedentarismo se convierte en un peligro que aumenta el riesgo de muerte por distintas causas. Esta es la advertencia que realiza la Asociación Americana del Cáncer tras un estudio de largo alcance donde se han analizado durante 21 años el estilo de vida de 127.554 personas sin ninguna enfermedad crónica ni otro problema de salud que pudiera ponerlos en riesgo.
Más de 6 horas sentados
¿Cuándo se considera que una persona es sedentaria y cuándo activa? En el primer caso los investigadores determinaron que se podía determinar que una persona mantenía un estilo de vida con poco movimiento cuando ésta se quedaba sentada más de 6 horas al día. El caso contrario se refería a individuos que destinaban menos de 3 horas en sus jornadas habituales a mantenerse sin actividad alguna.
Durante los 21 años de este estudio, de los 127.554 participantes, fallecieron 48.784. Al analizar el estilo de vida de estas personas se encontró que los difuntos habían presentado datos de unas rutinas sedentarias. Todos ellos, aun sin haber mostrado síntomas de enfermedades crónicas u otros problemas de salud al inicio del estudio, presentaron un mayor riesgo de sufrir distintas afecciones.
Entre los problemas cuyo riesgo aumentaban se presentan enfermedades cardiovasculares por todas las causas (enfermedad coronaria, infartos, accidente cerebrovascular), cáncer, diabetes, enfermedad renal suicidio, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonitis debida a sólidos y líquidos, hígado y otras afecciones digestivas.
Al mismo tiempo los investigadores descubrieron que el sedentarismo aumentaba el riesgo de otros problemas de salud como Parkinson, Alzheimer y otros trastornos nerviosos y mortalidad por trastornos musculoesqueléticos. Entre las explicaciones que se ofrecieron por parte de los investigadores destacan las siguientes:
– El tiempo que las personas pasan sentadas reemplaza la actividad, incluso los niveles de actividad diaria recomendamos para un buen estado de forma.
– El tiempo que pasa sentado puede asociarse con otras actividades no saludables; por ejemplo, picar entre horas.
– El tiempo que pasa sentado tiene un impacto negativo en los niveles hormonales del cuerpo y en la forma en que funciona el sistema inmunitario.
Incentivar la actividad física
La mejor fórmula para prevenir estos problemas de salud es apostar por un estilo de vida activo desde edades tempranas. Estos son algunos consejos ofrecidos por Montserrat Romaguera Bosch, Médico de Familia y del Deporte:
– En lactantes. Evitar la exposición a las pantallas, favorecer el gateo y la marcha en el domicilio, el juego al aire libre e iniciar el aprendizaje de la natación.
– En niños. Limitar el número de pantallas en el domicilio y su tiempo de consumo. Iniciación deportiva en torno a los 3 años. Fomentar el ocio activo en tiempo recreacional y de actividad instrumental como caminar, subir escaleras andando en lugar de coger el ascensor, pasear al perro.
– En distancias menores a los dos kilómetros y en condiciones meteorológicas benignas, apostar por moverse a pie en lugar de utilizar vehículos motorizados, en su defecto se recomienda emplear bicicletas y medios de transporte que supongan una actividad física.
– Promoción del deporte en el entorno familiar como un elemento común en lugar de mostrar como divertido el sedentarismo y hacerlo ver como una práctica de ocio recomendable.
Damián Montero
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