El ejercicio es uno de los mejores regalos que se le puede dar a un hijo. Animarlo a dejar el sofá y a salir a la calle para disfrutar mientras se mueve es una buena opción de prevenir posibles males a largo plazo. Obesidad, problemas de corazón, dolores de espalda, estas son algunas de las consecuencias del sedentarismo en los niños.
¿Y practican ejercicio los niños de hoy en día? Según la Organización de la Salud, OMS no. Esta entidad destaca que en la actualidad pocos jóvenes dedican parte de su tiempo a realizar alguna actividad física y alerta de las consecuencias que puede tener el sedentarismo en las nuevas generaciones.
Importante factor de riesgo
La OMS afirma que en la actualidad el 81% de la población joven no son lo suficientemente activos. Algo que debe preocupar puesto que el sedentarismo es uno de los factores de riesgo que se pueden prevenir desde casa pero que en la actualidad no se tiene en cuenta. A día de hoy es más común ver a niños con sobrepeso y obesidad y esto es debido, en parte, a la reducción del tiempo de ejercicio en estas generaciones.
A los problemas de salud relacionados con la obesidad y sobrepeso hay que añadir que la falta de actividad física incrementa las posibilidades de padecer enfermedades coronarias y cerebrovasculares. Otros problemas de salud más graves como el cáncer de colon y el de mama también se pueden prevenir con un poco de ejercicio diario. Del mismo modo estas prácticas también son buenas para mantener bien lejos a la depresión.
La actividad física también contribuye a fomentar el buen descanso. No solo porque el organismo se cansa y esto favorece entrar en el estado de somnolencia necesario para dormir. Al salir a la calle a moverse, el cuerpo se adapta a los ciclos de luz, con lo que llegada la noche ya se prepara para irse a la cama y facilitar un sueño excelente.
Muchas opciones para mantenerse en forma
Desde la OMS se aclara que hay muchas formas de mantenerse activo y no todas ellas suponen salir a correr o levantar pesas. Algunas alternativas como apuntar al niño a algún deporte que le guste funcionan perfectamente. Clases de baile también son una excelente opción para poner en marcha al cuerpo. Incluso un paseo para acudir al supermercado más cercano o en el parque junto a casa es recomendable.
En casa también se puede fomentar la actividad física animando al niño a levantarse del sofá y a ayudar con las tareas domésticas. Recoger el cuarto o limpiar el salón ya pone en marcha al organismo y tiene más beneficios que quedarse sentado y no hacer nada.
Lo más importante es inculcar la rutina del ejercicio a la vida de los más jóvenes de la casa. Aquí van algunos consejos para conseguirlo:
– Elegir el deporte. El abanico es amplio y siempre existe una opción que incluya la participación de todos los miembros de la familia. Sólo hay que buscar para encontrar una opción correcta.
– Dosificar. No hay que tenerlo todo el primer día. El ejercicio se puede incluir poco a poco en la vida de los más pequeños, empezando por paseos cerca de casa y terminar apuntados a clases de baile o a una actividad. La misión es hacer atractivas estas prácticas.
– Metas a corto plazo. Nada motiva más que conseguir el objetivo deseado. Poner pruebas a los más pequeños como «hoy vamos a llegar andando a X sitio» es una idea excelente ya que al conseguirlo se podrá aplaudir esto y predisponer a los más pequeños a superarse.
– Hacer atractivo el deporte. El deporte puede ser muy divertido si lo planteas como tal. Una jornada de senderismo puede ser una ocasión perfecta para jugar con los niños en el campo y organizar una comida en la naturaleza que divertirá a todos.
– Tomar la iniciativa. No solo los niños deben practicar ejercicio. Los adultos también deben moverse y por ello estos tienen que ser los que tomen la iniciativa. Cualquier día es bueno para hacer que todos se levanten del sofá, sólo hay que proponerlo.
Damián Montero