Llega la vuelta al cole y también el inicio en esta rutina diaria para muchos niños. Pese a que los cambios pueden provocar ansiedad e incluso problemas de adaptación, a partir de este mes vuelve la «tranquilidad» que trae una rutina con horarios fijos en la vida de los niños y las familias. Sí, este mes estará lleno de gastos, pero también es una estupenda oportunidad para incorporar hábitos saludables en los niños. Te contamos cómo.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha aprovecha el inicio de las clases para recordar a todos los padres que este es un momento muy apropiado para comenzar con los hábitos saludables, e insiste en que un estilo de vida sano contribuye a una buena salud durante la edad adulta.
Con este objetivo, estos pediatras hacen una serie de recomendaciones en torno a la alimentación, el ejercicio y la prevención para afrontar el próximo curso. Te las contamos todas.
La importancia del desayuno
El desayuno es esencial en una dieta sana, pero más para los niños. Tal y como recuerdan los pediatras, se trata de la comida más importante del día: «además de mejorar el rendimiento en la escuela, ayuda a mantener un peso adecuado», explican.
En este sentido, el coordinador del Comité de Nutrición de la asociación, José Manuel Moreno, explica cómo debe ser el desayuno ideal: «debe proporcionar al niño entre el 20 y el 35% de la ingesta energética diaria, y debe estar compuesto por leche o derivados lácteos; cereales y fruta fresca o zumo natural para aportar energía, proteínas y vitaminas al niño». Además, los pediatras recuerdan que debe tomarse sin prisas y sin estrés «porque comer relajado ayuda a tener una mejor digestión de los alimentos» y, siempre que sea posible, en familia.
También dentro del apartado de la alimentación se encuentra el comedor escolar. Más allá de los pros y contras de hacer uso de este servicio, los pediatras piden a los padres que, si sus hijos van al comedor, tengan en cuenta los menús para confeccionar las cenas. De esta forma, se asegurarán de que el pequeño sigue una dieta variada y equilibrada.
En esta dieta, por supuesto, no puede faltar la fruta y verdura, pero mejor que sea de temporada: además de estar más sabrosas, contribuyen a tener un menú diverso y a que los niños aprendan a comer todo tipo de alimentos. En este punto, este experto hace hincapié en la relevancia de reducir el consumo de sal «a tres gramos al día en los menores de siete años; cuatro gramos diarios entre los siete y 10 años y cinco gramos/día para los adultos».
Actividades extraescolares deportivas
Con la vuelta al cole llega también la búsqueda de actividades extraescolares. ¿Por cuál decantarse? ¡Hay cientos de opciones! También sobre esto tiene una recomendación clara la AEP: el deporte. Gerardo Rodríguez, coordinador del comité de Actividad Física de la asociación, recomienda que al menos una de las actividades a las que se apunten los niños sea deportiva, pues los niños de esta edad deben hacer «como mínimo una hora diaria de actividad física moderada-intensa».
La realización de esta actividad puede ayudar al niño para prevenir la obesidad, así como mejorar su rendimiento escolar y su estado de ánimo. Para la realización del deporte, este experto también recuerda la importancia de una indumentaria adecuada, especialmente en lo que se refiere al calzado y los elementos de seguridad, por mucho que los niños se quejen de que sean incómodos.
De cara al nuevo curso, además de apuntar a los niños a actividades extraescolares deportivas, otra forma de incentivar una actividad física continua es optar por ir andando a los sitios. Por ello, este experto invita a ir caminando en el cado de recorridos «asumibles», y pone de ejemplo que, en algunos casos, este camino puede ser el de ir y volver del colegio o hacer compras.
Prevención de contagios
Una situación muy típica cuando los niños inician la guardería es que se resfríen: es completamente normal porque de repente su cuerpo se enfrenta a muchos virus desconocidos. Sobre esto, los pediatras explican que ya que los espacios cerrados (como son las aulas de los colegios) facilitan el contagio de enfermedades que se transmiten por contacto o vías respiratorias, hay que ser prevenidos.
Esta prevención pasa por la revisión del calendario vacunal y, si es necesario, ponerlo al día. De este modo evitaremos las enfermedades que puedan prevenirse con la vacunación, tal y como explica David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas. Para aquellas patologías que no tienen vacuna, este experto subraya la importancia de las medidas higiénicas, como el lavado de manos frecuente, la ventilación adecuada de los espacios cerrados, o la limpieza de materiales comunes en el aula.
Por otro lado, se recomienda a los padres de niños con enfermedades crónicas como asma, diabetes, celiaquía o que padezcan alergias u otros problemas relevantes de salud que, de alguna manera, pudieran verse afectadas, informen a los profesores y/o la dirección de la situación, así como de las pautas que los docentes deben seguir en casos de crisis.
También se pueden prevenir los temidos dolores de espalda causados por el peso de la mochila. Sobre esto, los pediatras son claros: la mochila nunca debe superar el 10 o 15 por ciento del peso del niño. Por ello, recomiendan los carritos o las mochilas de correas anchas y acolchadas.
Para concluir, los pediatras insisten en la importancia del sueño: los niños en edad escolar deben dormir entre nueve y 11 horas, ya que una correcta higiene del sueño «favorece el aprendizaje, la asimilación de experiencias y el crecimiento», concluyen.
Ángela R. Bonachera
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