La vitamina D, también denominada calciferol, colecalciferol (D3) o ergocalciferol (D2), es una vitamina liposoluble que se encuentra en los huevos, el aceite de hígado de pescado, los pescados grasos y los productos lácteos enriquecidos. El cuerpo sólo produce vitamina D de forma natural cuando se expone a la luz solar.
La vitamina D desempeña varias funciones en el organismo: estimula la absorción del calcio en el intestino delgado y mantiene concentraciones sanguíneas apropiadas de calcio y fosfato. Otras propiedades que se atribuyen a la vitamina D son la mejora de la fuerza muscular y la función inmunitaria y que ayuda a disminuir la inflamación.
Vitamina D contra la osteoporosis
La vitamina D se necesita para el crecimiento óseo normal y protege contra la osteoporosis en adultos, asegurando la correcta calcificación del hueso durante el proceso de remodelado continuo durante toda la vida de la persona.
En adultos con déficit grave de vitamina D de forma prolongada, el equilibrio entre el calcio, el fósforo y la hormona que las controla, la parathormona procedente de la paratiroides, puede verse afectado, produciéndose alteraciones en la formación de hueso sano.
El déficit de vitamina D en niños produce una enfermedad ya prácticamente erradicada, llamada raquitismo, que antiguamente arqueaba las piernas de aquellos que lo padecían. Los suplementos de vitamina D a embarazadas y recién nacidos evitan esta patología.
Tradicionalmente, en pacientes con osteoporosis es necesario reponer los niveles muy bajos de vitamina D para evitar el desequilibrio del calcio y el fósforo en el organismo y prevenir la desmineralización ósea. Por tanto, la disminución de calcio en sangre es indicación para revisar el déficit de vitamina D y tomar suplementos si fueran necesarios.
La vitamina D protege contra el riesgo cardiovascular
La Vitamina D también se ha estudiado como posible protectora de riesgo cardiovascular, tema de singular importancia en nuestro tiempo, en que el objetivo es prevenir la enfermedad arterial antes de que ocurran los eventos isquémicos (infartos, ictus, daño renal o retiniano…). El resultado de los estudios disponibles hasta la fecha descarta un efecto significativo en esta área, por lo que no se recomienda el tratamiento específico con Vitamina D como prevención primaria de enfermedad arterial.
La vitamina D protege frente al cáncer
En el área de las enfermedades digestivas, la vitamina D sí ha dado resultados positivos en cuanto a su relación con patologías como el cáncer colorrectal, la enfermedad inflamatoria intestinal o la diverticulitis, relacionándose su baja concentración en sangre con el inicio de estas patologías intestinales. Desde que apareció en enero de 2010 un estudio poblacional de alrededor de 520.000 pacientes europeos, donde se evidenció que el riesgo de padecer cáncer de colorrectal era menor en personas con niveles elevados de vitamina D en sangre, muchos investigadores especulan sobre el posible papel protector de esta hormona en el desarrollo de este tipo de cáncer. De hecho, en 2014 apareció un estudio similar que relaciona los niveles elevados de vitamina D con cierto grado de protección para desarrollar cáncer de hígado. Sin embargo aún no están desarrollados los ensayos clínicos que determinen finalmente si el tratamiento a largo plazo previene de estas patologías digestivas.
Los metaanálisis, estudios que aglutinan pacientes de varios estudios publicados previamente, que intentan dar luz a la incertidumbre sobre el efecto protector de la vitamina D en los procesos tumorales, solo concluyen que no existen evidencias para usar suplementos de esta hormona para prevenir cualquier tipo de cáncer, aunque sugieren que son necesarios más estudios para confirmarlo .
Por otro lado, analizando animales con cáncer de próstata con metástasis, se concluye que existe cierto efecto de la vitamina D en el avance de esta enfermedad en los huesos . Sin embargo, los estudios en humanos no han conseguido confirmar que la vitamina D proteja en la evolución de este tipo de cáncer por lo que en la actualidad no se recomienda mantener los suplementos de vitamina D en estos pacientes.
Dr. Ismael Said Criado. Servicio de Medicina Interna del Hospital La Milagrosa de Madrid.
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