¿Crees que tus hijos no toman seis cucharadas de azúcar al día? Si revisas con detenimiento el contenido en azúcares de algunos productos que no creías malos, incluso de algunos que se comercializan bajo el cartel de «diet» o «light», puede que a mitad de mañana tus hijos ya hayan superado el límite que los expertos aconsejan.
¿Dónde está ese límite para el consumo de azúcar? La Asociación Americana del Corazón lo deja bien claro: «los niños no deben tomar más de seis cucharadas diarias de azúcar«. Y es que una dieta alta en azúcares puede provocar obesidad, diabetes y caries.
Según la Organización Mundial de la Salud, no más del 10% de las calorías diarias que ingerimos deberían proceder del azúcar . Dicho de otra manera, si al día se consumen 2.000 calorías, tan sólo 200 tendrían que ser de azúcar (cantidad que equivale a 6 cucharaditas de postre).
Cuidado con los azúcares añadidos
La Asociación Americana del Corazón también alerta del excesivo nivel de azúcares añadidos que toman los niños a través de las bebidas azucaradas y algunos alimentos procesados. Concretamente, las bebidas azucaradas están consideradas una de las principales fuentes de azúcares agregados en la dieta de los niños. Una sola bebida de este tipo de 355 mililitros contiene 10 cucharaditas de azúcar, equivalentes a 150 calorías.
El estudio hace hincapié en la «falta de consenso que ha habido hasta la fecha en este terreno». Eso ha provocado que muchos alimentos incluyan una cantidad de azúcar añadido en forma de diferentes ingredientes, que está por encima de lo saludable.
En la dieta media de Estados Unidos, un niño triplica el nivel de azúcares añadidos que se recomienda. Y en muchas ocasiones los padres no son conscientes del volumen de azúcares que les están aportando en la dieta.
Azúcar oculto en los alimentos
La Organización Mundial de la Salud señala que el exceso de azúcar no se deriva de la cantidad directa de azúcar refinada en productos dulces. Está presente en muchos otros alimentos que no imaginamos que la contienen porque se utiliza como potenciador del sabor. Cuando se recomienda reducir la ingesta de este producto no se deben eliminar los alimentos que lo contengan de forma natural, sino aquellos a los que se le haya añadido.
Riesgo de enfermedades por exceso de azúcar
La glucosa es un hidrato de carbono simple y de absorción rápida, que se encuentra normalmente en la sacarosa (azúcar) que consumimos. Al ingerir glucosa, ésta se queda en el torrente sanguíneo y se sintetiza en el hígado para producir energía. El problema es que cuando no se utiliza por falta de ejercicio físico, por ejemplo, el exceso se almacena en forma de grasa.
La Asociación Americana del Corazón alerta de que este exceso de azúcares puede derivar en problemas graves de salud. Por ejemplo el incremento de probabilidades de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Este organismo también avisa sobre los problemas de obesidad y el creciente diagnóstico de diabetes de tipo 2 entre niños y adolescentes con sobrepeso.
Algunas comidas y bebidas contienen azúcar de forma natural, pero generalmente también se les añade azúcares, que se introducen durante el procesamiento o fabricación. Por este motivo, conviene leer muy bien las etiquetas de los productos que compramos para identificar la cantidad de azúcar que contienen. Otros nombres que puede recibir el azúcar en los alimentos que compramos son: jarabe de maíz de alta fructosa, concentrado de zumo de fruta, sacarosa, glucosa, dextrosa, jugo de caña, malta, melazas, lactosa, miel, etil maltol y maltodextrina.
Damián Montero
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