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Repelentes para insectos, ¿cómo usarlos correctamente?

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Repelentes para insectos
Foto: ISTOCK Ampliar foto

Durante el verano se suele recibir la visita de unos amigos cuya presencia no termina de ser bien recibida del todo. Nos referimos a los insectos, esos animales que tienen a llenarnos de picotazos y a hacer que nuestro bazo se irrite tanto por el líquido que nos inyectan como por el picor que generan, el cual hace que nos tengamos que rascar continuamente para aliviarnos.

Sin embargo estas visitas se pueden contrarrestar empleando determinados repelentes que mantienen a raya a los mencionados insectos. Pero, ¿sabemos usar de forma correcta estos productos? En caso de que te queden algunas dudas, ahí van algunos consejos de la Asociación Española de Pediatría, AEP, para que si decides emplear estos artículos, lo hagas de forma correcta.

¿Qué son los repelentes y qué tipos existen?

AEP define los repelentes como compuestos químicos que una vez que se aplican sobre la piel hacen que los insectos no puedan fijarse en la dermis. De este modo se logra evitar que realicen la picadura. Hay muchos de estos productos en el mercado, los pediatras señalan estos como los más usados y en función de su composición encontramos:

  – DEET (N,N-Dietil-meta-toluamida): repelente extensamente usado en todo el mundo. Es     eficaz contra mosquitos, garrapatas, pulgas y moscas. Están disponibles en lociones,           cremas y rociadores, estos productos pueden contener desde un 15 a un 45% de este         compuesto químico.

  – Picaridin/icaridin: repelente de insectos de amplio uso, eficaz también para muchos           tipos de insectos y artrópodos.

  – IR-3535, piretrina, citridiol y citronela: se tratan de otro tipo de repelentes de uso tópico y     eficacia probada.

  – Dispositivos electrónicos que emiten sonidos agudos y las pulseras impregnadas de       repelentes: su eficacia no ha sido demostrada como repelentes de insectos, por lo que la     AEP no recomienda su uso.

  – En zonas con demasiada presencia de insectos se puede rociar la ropa con                         insecticidas que lleven permetrina, además de usar repelentes en zonas del cuerpo           descubiertas.

¿Se puede emplear en niños y embarazadas?

AEP aclara que si bien la mayoría de los repelentes se pueden emplear en niños, se desaconseja usar los productos compuestos DEET en menores de 2 meses. Los pediatras también recomiendan evitar en lo posible estos artículos en niños menores de 2 años, dando prioridad al uso de mosquiteras. En otros casos como el icaridín a no haberse estudiado sus efectos en menores de 6 meses, esta entidad expresa que algunos organismos no lo recomiendan.

Los pediatras también dan una serie de pautas de uso en niños:

  – No permitir que sean los niños quienes se lo apliquen, siempre deben hacerlo los                 adultos.
  – El adulto ha de echárselo en las manos y luego aplicarlo en el niño.
  – Evitar que el repelente contacte con los ojos y la boca de los niños. También se aconseja     aplicarlo con precaución en las zonas próximas al oído.
  – Se desaconseja aplicarlo en las manos y dedos del niño ya que estas zonas se pueden       llevar a la boca.
  – No aplicarlo zonas del cuerpo cubiertas de ropa. Si aplica en las prendas, se recomienda     lavarlas antes de usarlas otra vez.

Según la AEP tampoco existe riesgo de emplear repelentes en embarazadas y durante el periodo de lactancia. En estos casos al igual que en el resto de personas bastará con tener en cuenta una serie de recomendaciones a la hora de emplear estos productos:

  – Siempre leer y seguir las instrucciones del repelente.
  – Si es la primera vez que se usa un repelente, se recomienda aplicar un poco de producto     en un área pequeña de la piel para ver si produce o no reacción.
  – Emplear únicamente lo necesario para cubrir las zonas no cubiertas por ropa.
  – En el caso de los aerosoles, no dirigirlos nunca hacia la cara. Siempre se ha de aplicar el     repelente en las manos y luego extenderlo por esta zona del cuerpo.
  – Nunca aplicar el repelente en heridas, cortes o piel irritada.
  – Tras usar el repelente y volver a casa, es importante lavar la piel con agua y jabón,                especialmente si se van a usar estos productos durante varios días.

¿Se pueden combinar con los protectores solares?

Especialmente en verano algunas excursiones requieren que además de protegernos contra insectos, hay que prevenir nuestra piel de las quemaduras solares. En este sentido la AEP asegura que no hay ningún riesgo en emplear ambos productos simultáneamente, aunque especifica que se debe aplicar primero el protector solar y a continuación el repelente, puesto que la crema solar puede contener sustancias que atraigan a determinados insectos.

Los pediatras también desaconsejan emplear productos que contengan un protector solar y un repelente. La AEP aclara que esto se debe a que los productos anti insectos no requieren de una aplicación tan continúa como las cremas solares, por lo que una continua exposición de nuestra piel a sus compuestos químicos puede terminar por provocarnos irritación y problemas en la dermis.

Damián Montero

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