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El pronóstico de la epilepsia, según la AEP

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Son muchas las enfermedades que padecen los niños y que quitan el sueño a los padres y madres. Una de ellas es la epilepsía, una enfermedad cuyo pronóstico genera dudas en los padres sobre las secuelas que quedarán en los niños en su etapa adulta o qué calidad de vida tendrán en el caso de que estas dolencias se revelen como como crónicas.

Dada la violencia que puede darse cuando se suceden las crisis epilépticas, la preocupación sobre su pronóstico es especialmente importante. Sin embargo la Asociación Española de Pediatría, AEPED, asegura que la epilepsia cuenta con un buen pronóstico a largo plazo siempre y cuando no se complique con otros problemas neurológicos. Este organismo remite a varios estudios que apoyan esta tesis sobre la evolución de esta enfermedad neurológica. Hay varios datos que sitúan en torno al 70% los casos en los que tras el tratamiento, las crisis que caracterizan la epilepsia no vuelven a aparecer.

¿Qué es la epilepsia?

Según la AEPED, la epilepsia es una enfermedad neurológica que consiste en una descarga excesiva de las neuronas, es decir un fallo en la actividad eléctrica del cerebro. La epilepsia se manifiesta a través de crisis  que alteran el nivel de conciencia y sacudidas musculares. Estos trances vienen acompañados de otros síntomas como las alteraciones sensitivas (pérdida parcial de visión, mala percepción de los olores, etc.), perturbaciones vegetativas (sudoración, taquicardia o palidez).

El pronóstico de la epilepsia

Cuando un niño sufre continuamente estas crisis convulsivas es cuando se habla de epilepsia. Este trastorno neurológico es uno de los más comunes en todo el mundo, de hecho la Organización Mundial de la Salud, OMS, cifra en 50 millones de afectados por la epilepsia. En España la epilepsia infantil está entre 40 y 60 casos por cada 100000 habitantes.

Es importante que como en cualquier otra enfermedad los padres acudan a un especialista para diagnosticar la epilepsia y poner en marcha un tratamiento para paliar esta afección. Estos indicios pueden manifestarse de dos formas:

–   Crisis parciales: estas primeras manifestaciones indican que la epilepsia está presente en una zona del cerebro concreta. Este trastorno se manifiesta a través de cambios en la expresión facial o sacudidas parciales de una parte del cuerpo.

–   Crisis generalizadas: cuando se agravan los síntomas se produce la pérdida de conocimiento y la falta de respuesta ante estímulos externos durante estos trances. Además el individuo experimenta palidez y sufre fuertes convulsiones. Esto indica que la epilepsia está presente en ambos hemisferios del cerebro.

Una vez detectados estos síntomas es importante acudir a un médico para aclarar qué es lo que le ocurre al niño. Será importante atender a la historia clínica del paciente ya que si hay antecedentes de epilepsia en la familia, hay bastantes posibilidades de que el menor sufra este trastorno. También se emplea el electroencefalograma como prueba para diagnosticar esta enfermedad. Otros estudios como el análisis de sangre o la resonancia magnética pueden ayudar en este diagnóstico.

Pronóstico de la epilepsia

Una vez que el especialista diagnostique esta enfermedad es importante poner en marcha un tratamiento que ponga freno a estas crisis. Para ello se emplearán medicamentos anticonvulsivantes que controlen los trances. En ocasiones se hacen necesarios otros métodos como una dieta específica y en casos específicos se precisará de intervención quirúrgica. La AEPED pone especialmente la atención en la higiene del sueño, es decir, velar porque el niño tenga un buen descanso.

Estos tratamientos se revelan auténticamente efectivos ya que en la mayoría de los casos estas crisis remiten. La AEPED remite a un estudio en donde se especifica que una vez que se consiguen controlar estas crisis gracias a la medicación estas remiten en el 70% de los casos de epilepsia infantil. Estos datos solo hacen referencia a los casos en los que el niño no presenta ninguna otra alteración neurológica.

La Asociación Andaluza de Epilepsia, APICE, también indica que generalmente la epilepsia tiene un buen pronóstico a largo plazo gracias al tratamiento. Este organismo indica que la probabilidad de que un paciente no sufra una crisis un año después de la medicación se sitúa en torno al 80%. A largo plazo APICE indica que aproximadamente el 60% de los adultos que sufrieron epilepsia en su niñez  puedan dejar de tomar el fármaco anticonvulsivante.

No obstante este organismo aclara que a este punto solo se llega tras varios años de tratamiento, periodo de tiempo en la que incluso es posible que se genere resistencia a este medicamento por lo que habrá que buscar un nuevo fármaco. APICE indica que no es recomendable suspender el tratamiento antes de los dos años del mismo. Si tras la retirada de este medicamento el paciente no muestra nuevamente síntomas de epilepsia, este puede suspender la toma de fármacos. Sin embargo, si reaparecen los indicios de este trastorno neurológico, se recomienda acudir a un especialista para decidir si es preciso empezar de nuevo el procedimiento contra esta afección.

Damián Montero

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