Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Consumo, se estima que en España se producen más de un millón y medio de accidentes domésticos y en tiempo de ocio. Extrañamente el hogar familiar, ambiente que consideramos más seguro, es el lugar donde se registran el mayor número de accidentes, siendo asímismo el escenario más frecuente de los accidentes que sufren los más pequeños.
El hogar puede encerrar múltiples peligros, sobre todo para los niños. Su ignorancia de los riesgos y falta de noción del peligro, su curiosidad y afán de exploración y experimentación, así como en su tendencia a imitar a los mayores les hace estar más expuestos a sufrir accidentes.
Conociendo los peligros o situaciones potencialmente peligrosas más importantes a los que pueden estar expuestos los niños en nuestro hogar, podremos adoptar las medidas preventivas oportunas. Proporcionando un entorno seguro sin caer en un proteccionismo excesivo, que pueda coartar la necesidad de libertad de movimiento que necesitan los niños para poder desarrollarse.
Para evitar traumatismos
– Aleja de las ventanas o balcones todo aquello que el niño pueda utilizar para asomarse.
– Es conveniente que las ventanas (sobre todo las que estén a menos de 1 metro del suelo) de la casa estén protegidas con barandillas que puedan ser abiertas por en adulto en caso de incendio.
– Aleja la cuna o la cama de ventanas.
– La cuna debe tener certificado de homologación, tanto en altura como en separación de los barrotes, para evitar caídas o atrapamientos.
– Fijar las estanterías firmemente a la pared.
– Colocar elementos antideslizantes en la bañera para evitar resbalones.
– Protege el acceso a las escaleras con vallas o puertas.
– Cierra con llave las puertas de acceso a lugares peligrosos como garajes, talleres, trasteros, etc.
– Mantén las herramientas o utensilios cortantes guardados convenientemente.
– Es recomendable que la vajilla de los más pequeños sea de plástico o melamina.
– Cuando haya niños cerca de puertas o ventanas, vigilar que sus manos no pueden quedar atrapadas al abrirlas o cerrarlas. Al abrir o cerrar una puerta tener cuidado, el niño puede estar detrás de ella.
– Mantener el suelo libre de obstáculos y evitar superficies deslizantes.
– Cerrar las puertas de las habitaciones recién fregadas.
– No permitas que el niño utilice el ascensor solo, siempre debe hacerlo acompañado de un adulto.
– Colocar a los niños al fondo del ascensor alejados de las puertas.
Para evitar quemaduras y electrocuciones
– Al cocinar, procura siempre que las asas y mangos de ollas y sartenes queden fuera del alcance de los niños.
– Aleja al niño de hornos y cocinas, chimeneas y fuentes de calor en general.
– Al transportar recipientes calientes ten la precaución de que los más pequeños no puedan enredarse entre tus piernas.
– Los mecheros, cerillas y velas encendidas deben quedar lejos del alcance de los niños.
– No permitas que los cigarrillos encendidos estén al alcance de los niños.
– Presta mucha atención a la temperatura del agua del baño.
– Ten cuidado al calentar el biberón o la comida en el microondas: el calentamiento que produce no es uniforme y pueden quedar zonas más calientes que otras.
– Tapa los enchufes.
– Procura que lavadoras, secadoras o lavavajillas dispongan de puerta de seguridad.
Para evitar intoxicaciones
– Mantener los productos de limpieza, productos químicos, cosméticos y medicamentos en su envase original fuera de la vista y el alcance de los niños.
– Procurar no guardar productos tóxicos en envases de productos comestibles que puedan producir un accidente por equivocación.
– Las bebidas alcohólicas han de ser guardadas en un mueble que se pueda cerrar con llave.
– No tratar que el niño tome un determinado medicamento diciéndole que se trata de una golosina.
– Asegurarse de que las plantas decorativas que haya en casa no contienen partes venenosas. Atención a la toxicidad de abonos e insecticidas.
Para evitar atragantamientos, asfixias y ahogamientos
– Evita que el niño manipule objetos pequeños.
– Vigila al niño mientras come. No permitas que se llene excesivamente la boca ni que coma acostado. Explícale que no debe hablar, correr o reírse con la boca llena, puesto que podría atragantarse. Son peligrosos los alimentos que, como frutos secos, caramelos, chicles o salchichas, tienen la forma y el tamaño de la vía aérea del niño y en caso de atragantamiento podrían producir asfixia.
– Retira todas las bolsas de plástico que estén a su alcance.
– Aleja la cuna de las cuerdas de persianas o cortinas.
– Los juguetes deben ser adecuados para su edad. Deben contener el marcado CE, características técnicas, funcionales y de seguridad.
– No dejes nunca al niño solo en la bañera o en una piscina hinchable. Un bebé puede ahogarse en 10 cm. de agua.
– Cerca de piscinas, el mar, una bañera* debe haber siempre un adulto vigilando al niño.
– Vallar las piscinas particulares y en invierno o cuando la piscina no se use cubrirlas con una lona protectora.
– Que el niño sepa nadar no es garantía para evitar los ahogamientos. El cansancio o el pánico pueden hacer que el niño tenga un percance.
– No confíes en flotadores o manguitos, estate siempre atento.
Te puede interesar:
– Golpes y fracturas en los niños
– Golpes en la cabeza, ¿qué hacer ante un coscorrón?