Un reciente estudio desarrollado en España vincula la práctica habitual de actividad física con una menor propensión a padecer alzhéimer. A los numerosos beneficios que aporta cualquier actividad física, se le suma una nueva: la prevención del alzhéimer. Así lo demuestra un estudio de la Universidad Europea publicado en Mayo Clinics Proceedings. Según esta investigación, practicar deporte tiene un efecto positivo a largo plazo para evitar el desarrollo de esta enfermedad.
Para este estudio se revisaron numerosas investigaciones realizadas entre 1990 y 2007 en las que se puso el foco sobre la cantidad de ejercicio que realizaban los participantes y el posterior desarrollo de alzhéimer.
Los datos mostraron cómo la actividad física ayuda a evitar esta enfermedad, teoría que, según Helios Pareja-Galeano, uno de los autores de este trabajo, es fuente de discusión entre la comunidad científica.
Cualquier actividad cuenta para prevenir el alzhéimer
Según Helios Pareja, el problema hasta ahora para demostrar los beneficios de la actividad física en la prevención de alzhéimer se debía a un error en los cuestionarios. Las encuestas no especificaban correctamente este punto y muchos participantes confundían ejercicio con deporte por lo que contestaban negativamente a la pregunta: «¿usted practica alguna actividad física diaria?»
Pero actos como subir escaleras en lugar de tomar el ascensor, andar un poco todos los días o evitar el coche para distancias cortas cuentan como actividad física. Pequeñas actividades que permiten que día a día muchas personas puedan mejorar su actividad cerebral sin realizar un esfuerzo excesivo.
Helios Pareja especifica que es a partir de los 60 años cuando más hay que moverse puesto que la edad es un agravante para desarrollar alzhéimer. Especialmente en los cinco años previos a cumplir los 70, es cuando más hay que apostar por un estilo de vida con mucha actividad física, aclara el autor.
Prevenir la neurodegeneración, origen de las demencias
Las vías moleculares por las cuales el ejercicio impacta sobre el cerebro se conocen mejor que las de otros factores preventivos como las interacciones sociales. El autor expone que son muchos los estudios que ponen de relevancia los mecanismos mediante los cuales el ejercicio ayuda a evitar la neurodegeneración causante de las demencias.
En este punto, el autor expresa que si bien nunca es tarde para comenzar con este ejercicio para prevenir el alzhéimer, siempre es bueno tener «un mayor recorrido». Es decir, cuanto antes se empiece a practicar cualquier actividad física, mejor será para luchar contra el desarrollo de este tipo de enfermedades degenerativas.
El ejercicio ayuda a regenerar neuronas en la región del hipocampo, zona del cerebro donde reside la memoria. Además, las contracciones musculares también hacen que la red nerviosa se mantenga en forma al mandar constantes señales al cerebro, una mayor neurotransmisión de las células nerviosas supone que terminen funcionando mejor.
Damián Montero
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