A pesar de los controles que las administraciones públicas ejercen sobre los juguetes para garantizar que son aptos para los niños, hay miles de objetos que se cuelan en el mercado bajo la apariencia de jueguetes y que pueden resultar peligrosos. Un buen ejemplo son los punteros láser.
Aunque en algunos establecimientos se comercializan como un juguete, los punteros láser pueden generar graves problemas de vista a los niños. Puede parecer que esa luz roja carece de peligro, pero en realidad tiene un efecto muy perjudicial en los ojos de los más pequeños, ya que desconocen su riesgo.
Así lo recoge un estudio realizado por el oftalmólogo David Almedia y que recoge la Academia de Pediatría Americana. Según este trabajo, por lo general los padres no le dan la importancia que deberían a los punteros láser. Sin embargo, estos productos sí pueden provocar problemas tan graves como visión borrosa permanente e incluso la pérdida completa de visión a largo plazo.
El daño ocular provocado por los punteros láser
El doctor Almeida basó su estudio en casos de pacientes de 9 a 16 años en los que el juego con punteros láser terminó por provocar graves problemas en el tejido ocular. Estos problemas, por lo general, se ocasionaban en el fondo del ojo, es decir, la zona que es sensible a la luz.
El estudio demostró que estos casos suceden con más frecuencia de lo que se creen. El doctor Almeida asegura que la mayor parte de los padres piensa que estos problemas ocasionados por el puntero láser sólo ocurren «una vez de cada un millón». Aclara que si bien los casos de pérdida de visión total son raros, es una negligencia pensar que la exposición de un ojo a este haz de luz no va a tener ninguna consecuencia.
Nunca mirar al puntero láser
Los expertos recalcan que el riesgo radica en mirar directamente al haz de luz del puntero láser es lo más peligroso que se puede hacer. Ya sea de forma frontal o reflejada en un espejo, si la luz de este artículo, la retina sufre cuando es alcanzada de esta forma por el puntero láser. El responsable de estudio también explica que «la retina lo es todo».
Por ello Almeida recuerda una de las normas básicas en el uso de los láser: no apuntar directamente al ojo. «Si el láser alcanza al ojo en ángulo, quizá no note nada y sea totalmente asintomático. Pero si alcanza a la vista de frente, podría sufrir de una pérdida dramática de la vista de inmediato que nunca se recupere«, sentencia.
Además, advierte de que, en la actualidad, pocos tratamientos tienen realmente un efecto en los casos de daños en la retina causados por los punteros láser. Por ello, lo mejor siempre es prevenir y, si se decide comprar uno de estos «juguetes», hay que recordar a los niños unas normas de uso y siempre vigilar que las cumplan.
Problemas de etiquetado en los punteros láser
Esta investigación también trató de averiguar la procedencia de los punteros láser que los padres regalaban a sus hijos. El doctor Almeida se llevó una gran sorpresa en este sentido ya que la mayor parte de estos productos se distribuían a través de empresas de suministros para oficinas y de portales de venta en línea.
Especialmente la adquisición a través de internet hacía más posible la compra de un artículo que no se adecúe a los estándares de salud recomendables.
Estudios anteriores ya habían mostrado que uno de los problemas fundamentales de estos productos es su etiquetado. Se especifica que la potencia del láser está entre 1 y 5 milivatios, cifra que en principio no representa un problema para los ojos. Sin embargo estos punteros láser en realidad tienen una potencia mayor a los 5 milivatios, que es bastante peligrosa para el globo ocular.
En este punto, los profesionales de la oftalmología se quejan de lo fácil que resulta adquirir uno de estos productos por internet. Por ello piden una mayor regulación en la distribución de punteros láser y una mayor atención por parte de los padres a la hora de comprarlos.
Damián Montero
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