El síndrome del ojo seco
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Horas y horas frente al ordenador o expuestos al polvo doméstico, al humo del tabaco, a ciertos productos de limpieza o a la polución son algunos de los factores de riesgo que provocan el denominado Síndrome del Ojo Seco (SOS), que causa numerosas molestias.

El Síndrome del Ojo Seco es una alteración que se produce en la superficie de la córnea y la conjuntiva por falta de lágrimas. Como consecuencia, el ojo no está bien lubricado, dando origen a posibles molestias oculares, problemas visuales y posibles lesiones.

¿Cuáles son las causas del ojo seco?

1.  La disminución de la secreción debida a la edad es la causa más habitual. Con el envejecimiento, se atrofian las células que generan la lágrima de manera constante.

2.   Ciertos cambios hormonales en las mujeres, como el embarazo.

3.   Agentes externos como la polución, el aire acondicionado, la calefacción, etc.

4.   La lectura prolongada, en la que normalmente se reduce el número de veces que se parpadea.

5.   El uso constante de lentes de contacto.

6.   Ciertas enfermedades sistémicas, como la artritis reumatoide.

Cómo prevenir la sequedad ocular y el síndrome del Ojo Seco

Cómo prevenir el ojo seco

Las medidas más efectivas para prevenir el Síndrome del Ojo Seco son:

-   Evitar la sequedad (estar mucho tiempo con aire acondicionado, calefacción, etc.) y utilizar humidificadores que adecúen el ambiente.

-   Parpadear con frecuencia.

-   Limpiar las glándulas lagrimales con una toallita o una gasa seca.

-   Protegerse de elementos externos, como la arena o el polen, evitando atmósferas como la playa y el campo, sobre todo en días de viento.

-   Evitar el polvo doméstico, el humo del tabaco y otros productos agresivos, como los disolventes o ciertos limpiadores del hogar.

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Tratamiento para el ojo seco y sus molestias

Si se sufre de Síndrome del Ojo Seco, es recomendable seguir una serie de cuidados ocualres como el uso de lágrimas artificiales o pomadas lubricantes. Para saber qué producto es mejor en cada caso, conviene acudir con frecuencia a un experto que pueda hacer una revisión en profundidad de los ojos. En ningún caso es aconsejable la auto-prescripción médica y se debe consumir únicamente aquellos productos recomendados por un especialista.

Ivana Álvarez
Asesoramiento: Multiópticas

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