Entre los alimentos más ricos y frecuentes en la dieta de los niños, la leche de vaca juega un papel protagonista. Pero no siempre es así, pues la mayor desventaja que presenta este alimento es que la alergia más común en los niños es la intolerancia o alergia a la leche de vaca, sobre todo en lactantes.
Esta intolerancia puede ser permanente o convertirse en algo pasajero. Casi todos los lactantes, desarrollan la intolerancia en los primeros meses de vida cunado empiezan con los biberones, pero suele ser superada entre los 12 y 18 meses de edad.
Es curioso el hecho de que la intolerancia o la alergia a la leche de vaca es más común en unas razas que en otras. Concretamente, los pueblos que eran tradicionalmente ganaderos, es decir, que se han alimentado generación tras generación de leche de animales, presentan menos casos de intolerancia a la lactosa, de ahí que sea menos frecuente en la población del norte y centro de Europa.
Por qué se desencadena la alergia o la intolerancia a la leche de vaca
La lactosa es un azúcar que está presente en todas las leches de los mamíferos: vaca, cabra, oveja y en la humana. Normalmente, el intestino delgado tiene suficientes enzimas para poder romper toda la lactosa consumida, pero hay algunos niños, y también adultos, que carecen de las enzimas suficientes para que se desarrolle esta función en el organismo. La lactosa parcialmente o no digerida pasará al intestino grueso y allí es descompuesta por las bacterias que crearán las sustancias de desecho y ácidos grasos que provocan sus síntomas.
Hay que diferenciar la alergia de la intolerancia a la lactosa. La alergia es producida por alguna fracción o varias de las proteínas de la leche, mientras que la intolerancia a la lactosa, que se manifiesta en forma de diarrea o dolor abdominal, es consecuencia de la falta de lactasa, el enzima que la digiere.
Qué síntomas presenta la intolerancia o la alergia a la lactosa
En algunos niños, los síntomas son muy graves y sus sistemas digestivos no toleran la lactosa en absoluto. En otros, los síntomas son más leves y sólo deben reducir la cantidad de lácteos que consumen.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
– Náuseas
– Dolor abdominal
– Espasmos
– Gases abdominales y flatulencias
– Diarreas ácidas
– Vómitos
– Trastornos del sueño
Los síntomas suelen estar presentes entre 30 minutos y 2 horas después de haber consumido cualquier alimento o bebida con lactosa. En caso de presentarse cualquiera de ellos, es fundamental consultar al especialista.
Alimentos alternativos para los niños con intolerancia la lactosa
La ausencia de la leche en la dieta de los niños puede producirles falta de Calcio, Vitamina D, Riboflavina y proteínas. Por tanto, resulta esencial consumir otros productos ricos en estas sustancias como son por ejemplo sardinas, salmón, tofu, gambas, col, o espinacas.
En cambio, si no quieres que renuncien al sabor y a las propiedades nutritivas de la leche de vaca, lo más frecuente es que los niños tomen leche cuya lactosa se ha eliminado forma parcial llamándose “bajas en lactosa” o total “sin lactosa”. Una oferta que se ha complementado con productos derivados lácteos como quesos en diferentes variedades, yogures, batidos de sabores, nata, crema, etc…También en nuestro país, ya puedes encontrar suplementos de lactasa en forma de cápsula que permitirá a los niños consumir productos lácteos.
Ana Vázquez Recio
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