Madrid, 26 Marzo
Les ocurre a muchos padres. Cuando ven que a sus hijos les cuesta dormir por la noche creen que la mejor opción es eliminar la siesta de la rutina infantil. Pero probablemente no sepan que ésta no es la mejor opción para sus pequeños. Durante los primeros cuatro años de vida, este hábito no sólo no perjudica en nada sino que tiene numerosos beneficios en el desarrollo del pequeño. Le permite estar más tranquilo, menos irritable, más sociable, más atento y aprende mejor.
Fuente: El Mundo
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/03/26/noticias/1332764253.html