Muchos niños y jóvenes acabarán sufriendo dolor de espalda en algún momento de su vida. ¿El motivo? Cargan con demasiado peso en sus mochilas. Moderando ese peso y con una buena dosis de ejercicio físico este problema se podrá evitar.
Hay diversos estudios que avalan la actividad física como algo necesario desde edades tempranas para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva. El ejercicio físico reduce el riesgo de padecer dolencias de espalda y aumenta la probabilidad de que, si aparece, el dolor sea de corta duración y tenga un impacto mínimo.
La Fundación Kovacs expone datos alarmantes. El número de menores de 16 años que han sufrido dolor de espalda alguna vez ya es similar al de los adultos. A esas edades, el 51 por ciento de los niños y el 70 por ciento de las niñas han padecido algún episodio. Según el mismo estudio, este tuvo una repercusión grave en la vida cotidiana en el 21% de los chicos y en el 31% de las chicas.
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