Durante el invierno son frecuentes los cambios de temperatura, que favorecen las enfermedades por virus en los pequeños de la casa. Son propias del invierno, algunas enfermedades como los catarros, gripes, amigdalitis y bronquitis que normalmente cursan con fiebre. La fiebre es un síntoma muy frecuente en los primeros años de vida de los niños y es fundamental saber qué hacer si tu hijo tiene fiebre.
La elevación de la temperatura facilita la acción de las defensas del organismo frente a las bacterias y los virus que producen las infecciones. Por lo tanto, no es necesario tratar la fiebre e intentar bajarla hasta la temperatura habitual. En cambio, sí que es recomendable aliviar el malestar que la fiebre pueda producir al niño y procurar que se sienta mejor.
Ante un niño con fiebre lo más importante es saber cuál es la causa y estar pendiente de aquellos síntomas que indican problemas y la conveniencia de consultar al pediatra.
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Consejos para tratar la fiebre en los niños
1. La fiebre no es una enfermedad, es un mecanismo de defensa del organismo contra las infecciones, tanto las causadas por virus como por bacterias.
2. La fiebre por sí misma no causa daño cerebral, ni ceguera, ni sordera, ni muerte.
3. Algunos niños con cierta predisposición pueden tener convulsiones febriles, pero el tratamiento de la fiebre no evita estas convulsiones febriles. Nunca debemos administrar medicamentos para bajar la fiebre con este propósito.
4. Hay que tratar los niños febriles sólo cuando la fiebre se acompaña de malestar general o dolor. El ibuprofeno y el paracetamol tienen la misma eficacia para tratar el dolor y su dosificación debe realizarse en función del peso del niño y no de la edad. La combinación o alternancia de ibuprofeno y paracetamol no es aconsejable.
5. El uso de paños húmedos, friegas de alcohol, desnudar a los niños, las duchas o los baños para el tratamiento de la fiebre está desaconsejado.
6. No abrigar ni desnudar demasiado al niño con fiebre.
7. El niño con fiebre debe estar bien hidratado. Hay que ofrecer frecuentemente líquidos y procurar que éstos tengan hidratos de carbono (zumos de frutas, batidos, papillas, etc.).
8. No es aconsejable el uso de paracetamol o ibuprofeno tras la vacunación para prevenir las reacciones febriles o locales.
9. Ni la cantidad de fiebre ni el descenso de ésta tras administrar ibuprofeno o paracetamol sirven para orientar sobre la gravedad de la infección.
Signos que debemos vigilar cuando sube la fiebre
Durante los episodios de fiebre, debemos estar atentos y observar algunos signos que nos pueden advertir del empeoramiento clínico del pequeño y la necesidad de consultar con urgencia al pediatra:
– Manchas en la piel, de color rojo oscuro o morado, que no desaparecen al estirar la piel de alrededor.
– Decaimiento, irritabilidad o llanto excesivo y difícil de calmar.
– Rigidez de cuello.
– Convulsión o pérdida de conocimiento.
– Dificultad para respirar (marca las costillas y hunde el esternón, se oyen como silbidos cuando respira, respiración muy rápida, agitada, etc.).
– Vómitos y/o diarrea persistentes o muy abundantes que causen deshidratación (lengua seca, ausencia de saliva, ojos hundidos, etc.).
– Si no orina o la orina es escasa.
– Siempre requiere consulta urgente la fiebre en un niño menor de 3 meses.
Marisol Nuevo Espín
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