La vacuna del meningococo B puede estar en farmacias desde el pasado mes de octubre de 2015. Sin embargo, la alta demanda ha hecho que las reservas se agoten y ahora mismo no sea fácil encontrarla. En esta situación, el Grupo de Vacunas de la Sociedad Española de Pediatría en Atención Primaria (Sepeap) han llevado a cabo un llamamiento a la tranquilidad: la vacuna llegará a las farmacias y no hay motivo de alerta.
Qué es el meningococo
La enfermedad meningocócica es una patología provocada por una bacteria conocida como meningococo. Existen 13 serogrupos identificados de esta bacteria, seis de los cuales provocan la mayoría de los casos de enfermedad meningocócica: A, C, X, Y, W135 y B.
La enfermedad invasiva por el meningococo B es la responsable del 82 por ciento de los casos de meningitis. Se trara de una patología que en el momento actual no es muy frecuente en nuestro país. Eso sí, los pediatras afirman que es muy grave, con alta mortalidad y efectos secundarios devastadores, «por lo que la aparición de la vacuna frente a este microorganismo supone un avance esencial», matizan.
En este sentido, explican que, por lo general, son los lactantes y los adolescentes los grupos de edad donde se pueden presentar el mayor número de casos. De hecho, en nuestro país la mayoría de las patologías se producen en lactantes y niños pequeños.
Los primeros síntomas de la enfermedad meningocócica son similares a los de la gripe u otras enfermedades víricas comunes: fiebre, irritabilidad, rinitis aguda, cefaleas, pérdida de apetito, náuseas y vómitos. La dificultad en el diagnóstico y la rápida progresión de la enfermedad (puede derivar en muerte en menos de 24 horas desde la aparición de los primeros síntomas), dejan al médico muy poco tiempo de actuación para su tratamiento.
¿Es segura la vacuna?
La vacuna del meningococo B es segura. Lo ha confirmado la administración de más de medio millón de dosis en todo el mundo. «Únicamente puede generar algo de fiebre y molestias locales en el punto de inyección, todo ello transitorio y auto limitado», matizan al respecto los expertos en vacunas de la sociedad, que explican que esto es más frecuente en lactantes y cuando la vacuna se coadministra con el resto de vacunas correspondientes a la edad.
«Esta seguridad se ve avalada por el propio hecho de que el Public Health England inglés ha iniciado una vacunación de forma sistémica a todos los nacidos después del 1 de julio de 2015», insisten.
¿Por qué falta la vacuna del Meningococo B?
La vacuna contra el meningococo B, registrada por la empresa farmacéutica GSK con el nombre de ‘Bexsero’, fue en 2014 clasificada como medicamento de uso hospitalario en España. Tras la presentación a la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) de nuevos datos de calidad y seguridad acumulados tras la distribución de más de 1.200.000 dosis de la vacuna en todo el mundo, y el análisis de los mismos, la AEMPS optó a mediados de 2015 por cambiar su clasificación de medicamento de Uso Hospitalario a medicamento de prescripción médica no restringida, es decir, la vacuna se puede vender en farmacias.
La llegada a las farmacias de esta vacuna «no contó con la previsión necesaria» por parte del laboratorio farmacéutico que la elabora. Así, tal y como relatan los pediatras, GSK «vio superada su oferta por la gran demanda de vacunas», lo que ocasionó que en pocas semanas no había existencias. «Situación que se espera que se solucione en la primavera de 2016».
Si no quedan vacunas, ¿hay motivos de alarma?
La Sepeap es tajante sobre la alarma generada: no hay motivos para ella. Por ello han lanzado un mensaje de tranquilidad «puesto que estamos en un ciclo epidemiológico bajo, no en una situación epidémica». De hecho, aseguran que la «enorme demanda» de la vacuna «no se corresponde con un incremento significativo de los casos en nuestro país, que siguen siendo, aunque dramáticos, esporádicos».
«Es necesario transmitir esta tranquilidad a los padres, a la espera de que la empresa farmacéutica fabrique las dosis suficientes para atender a la demanda de los usuarios», insisten los expertos.
Para aquellos que estén intranquilos porque comenzaron la vacunación pero no han podido completarla por falta de dosis, «deben de saber que no será necesario reiniciar de nuevo la vacunación». «Aunque la protección de un pauta incompleta no es la misma que una vez que la hayan completado, es mayor que la que tiene un sujeto que no ha recibido ninguna dosis».
Para concluir, los pediatras han insistido en que no se recomienda en absoluto «el peregrinaje a otros países ni la búsqueda de dosis vacunales por cualquier vía que no sea el canal farmacéutico reglamentario».
Ángela R. Bonachera
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