¿Te asustas cuando tus hijos tienen fiebre, les ves sangrar cuando se hacen una herida o tienen mucha tos? Cuando los niños empiezan a ir a la escuela infantil o al colegio, están más expuestos a sufrir enfermedades o accidentes como traumatismos o heridas, debido a su incesante actividad. Saber cómo actuar ante de cada uno de estos casos es fundamental para evitar sobresaltos innecesarios.
7 errores típicos de los padres con un hijo enfermo
1. Soplar las heridas. Existe peligro de contaminación debido a que los gérmenes de la boca pueden pasar directamente a la herida. Además, estas son algunas de las cosas que hacemos de manera errónea cuando intentamos curar una herida:
– Usar algodón. Las hebras pueden introducirse en el interior de la herida, adherirse o pegarse la piel.
– Frotar la herida para quitar la suciedad. Puede producir descamación y empeorar su estado.
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2. Poner aceite en las quemaduras. No sirve para nada. Lo primero que hay que hacer es enfriar la herida colocando la zona quemada bajo un chorro de agua fría durante 10 minutos.
Si no se han producido ampollas conviene aplicar crema hidratante, no aceite, mantequilla, vaselina o hielo. Si por el contrario, se han producido ampollas conviene aplicar una pomada antibiótica y proteger la quemadura con un apósito durante unos días. Nunca hay que pinchar las ampollas para quitarles el líquido, ni dejarles un hilo dentro.
3. Soplar en el ojo para eliminar un cuerpo extraño. Es un error intentar soplar primero y retirar el objeto causante de la molestia con un pañuelo cuando algo entra en el ojo porque podemos provocar erosiones en la córnea. En su lugar, debemos lavar el ojo con abundante suero fisiológico o agua para que el líquido arrastre el objeto hasta que salga.
4. Administrar antibióticos por cuenta propia. Algunos medicamentos, como los antibióticos, no son eficaces en caso de una enfermedad producida por un virus, y esta práctica repetida puede causar resistencia a los antibióticos, es decir, dejarán de ser eficaces cuando sean necesarios.
5. Sacar un objeto que se ha clavado en el cuerpo. Conviene esperar a que un médico valore el estado, ya que extraer el objeto puede empeorar las lesiones en unos casos y en otros, provocar una hemorragia, ya que un palo clavado en una pierna, puede estar conteniendo una hemorragia y debe ser extraído en un quirófano para ver hasta dónde ha llegado.
6. Inclinar la cabeza atrás cuando sangra la nariz. Esto puede provocar que la sangre fluya hacia la garganta, lo cual puede provocar tos, y podría obstruir la respiración. En su lugar, hay que aplicar presión directamente pellizcando la nariz, pero mantener una posición neutral de nuestra cabeza con la barbilla paralela al suelo.
7. Alternar medicamentos para bajar la fiebre. Muchos padres tienden a alternar medicamentos, normalmente ibuprofeno y paracetamol, para bajar la fiebre de sus pequeños cuando con uno solo no lo consiguen. Esta práctica es desaconsejable porque no aporta beneficios y puede llevar a errores con las dosis. Tampoco es aconsejable usar paños húmedos, friegas de alcohol y duchas o baños para bajar la fiebre. Lo relevante es mantener al niño sin mucha ni poca ropa, en una habitación con una temperatura normal.
Marina Berrio
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