Si tenemos alguna sospecha de que el niño tiene dificultades en el desarrollo del lenguaje infantil, lo primero que debemos hacer es llevarlo al pediatra para descartar cualquier enfermedad orgánica que pueda estar afectando a su lenguaje. Está comprobado que los niños que oyen menos que sus compañeros, pueden tener dificultades en su lenguaje, tanto en su expresión como en sus respuestas.
Cuando existe una malformación en los órganos bucofonatorios, los niños también pueden tener alguna dificultad en el desarrollo del lenguaje. En estos casos, el pediatra nos indicaría si existe alguna alteración como maloclusión dental, paladar ojival o frenillo sublingual, etc.
Causas de las dificultades en el desarrollo del lenguaje
1. Orgánicas. Hereditarias, congénitas, perinatales o posnatales.
2. Funcionales. Mal funcionamiento de órganos que intervienen en la emisión del Lenguaje
3. Endocrinas. Afectan al desarrollo psicomotor y a veces al desarrollo afectivo, al lenguaje y a la personalidad.
4. Ambientales. Hacen referencia al entorno familiar y social en el que se mueve el niño.
5. Psicosomáticas. Afectan al pensamiento creando un desorden en la compresión y expresión.
El desarrollo normal del lenguaje hasta los 3 años
Para darnos cuenta de si nuestro hijo/a tiene dificultades en el desarrollo del lenguaje se han establecido unos parámetros por etapas de lo que se considera habitual en el desarrollo normal del lenguaje hasta los tres años:
1. Hasta los 3 meses, el/la niño/a suele callar cuando se le habla o se sonríe y además, puede emitir sonidos de placer, como gorjeos o arrullos.
2. De los 4 a los 6 meses, puede responder a los cambios en el tono de voz y prestar atención a los sonidos, moviendo los ojos hacia la fuente del estímulo. Alrededor de esta edad, el balbuceo se parece más al habla y contiene más sonidos distintos que en la anterior etapa. Ya no sólo emite gorjeos o arrullos para expresar su placer sino, también para interactuar con el adulto.
3. Entre los 7 meses y 1 año, el niño disfruta de los juegos que contienen rimas y gestos, ya consigue volverse hacia la fuente de los sonidos, presta atención cuando se le habla y reconoce nombres de objetos como «taza», «zapato» , etc. Empieza a responder preguntas y mandatos. El uso del lenguaje empieza a tener un valor funcional, atrayendo la atención del adulto con lo que, disminuye la utilización del llanto para mantener la atención del adulto. También imita sonidos del habla y usa una o dos palabras aunque no muy claras. Es capaz de expresar grupos de sonidos cortos y largas (por ejemplo: papapa, bebe).
4. Con 1-2 años, el niño entiende palabras sencillas e identifica algunas imágenes señalándolas cuando son nombradas por el adulto. Tiene más vocabulario y habla usando a veces dos palabras juntas. También puede incluso, hacer uso de las preguntas.
5. El niño/a con 2-3 años obedece instrucciones más complejas referidas a un objeto o persona «dale el libro a Paloma», etc y empieza a entender las diferencias entre significados (por ejemplo, arriba y abajo).
Es conveniente acudir a un logopeda para que realice una evaluación y tratamiento para el retraso en el desarrollo del lenguaje cuando el niño no cumpla los requisitos necesarios para el desarrollo normal del lenguaje en relación a su edad.
Sofía de la Fuente Peñin. Logopeda.
María Luisa Juárez Méndez. Psicóloga.
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