Aunque no existe el bronceado saludable o seguro, por el riesgo de cáncer de piel, arrugas y manchas, sí es posible broncearse reduciendo los efectos negativos de la radiación solar. La Asociación Española Contra el Cáncer AECC ha elaborado un decálogo con las principales recomendaciones para cuando vayamos a exponernos al sol.
10 consejos para conseguir broncearse con precaución
1. Horas solares. Lo más importante para broncearse con precaución en verano es evitar la exposición al sol entre las 12.00 y las 16.00 horas porque los rayos ultravioletas resultan más dañinos.
Además, broncéate gradualmente, es decir, en lugar de pasar 3 horas seguidas al sol, reparte las sesiones solares en exposiciones más cortas de una media o una hora cada vez. Así evitarás quemarte y darás tiempo a tu piel para equiparse con melanina, que es la sustancia que protege la piel de los rayos UVA absorbiéndolos, convirtiéndolos en calor y que evita la creación de radicales libres que puedan dañar el ADN.
2. Zonas sensibles. Los efectos de las radiaciones solares no solo afectan a la piel, también a los labios y a los ojos, que son zonas sensibles. Por ello, no podemos olvidar el empleo de barras protectoras de labios y gafas de sol que absorban el 100% de las radiaciones.
3. Más protección para niños y ancianos. Debemos vigilar la exposición de los niños al sol de forma especial porque la piel infantil se encuentra en un proceso de maduración en el que aún no se han desarrollado todos los mecanismos de adaptación. Lo mismo ocurre con los ancianos, su piel ha perdido la capacidad de defensa. Lo ideal es utilizar un factor de protección elevado, siempre superior a FP 25 y resistente al agua, así como evitar que los niños menores de tres años y ancianos se expongan directamente al sol.
4. Bebe agua en abundancia. La deshidratación es uno de los problemas derivados de la exposición al sol, por esta razón, es importante beber agua en abundancia.
5. Cada tipo de piel es diferente. Para broncearse con precaución es recomendable elegir un protector solar adecuado a tus características físicas (color de piel, cabello y ojos). Durante las primeras exposiciones solares sería siempre bueno utilizar un factor de protección superior a 15. Si tienes la piel y el pelo claros y sueles quemarte con facilidad, lo mejor es que elijas una crema solar con un índice de protección 30 a 50. Además, las personas de pelo y ojos castaño oscuro que tienden a broncearse fácilmente, también deben protegerse con cremas con índice de 15.
6. Hidrata tu piel. Extiende la duración del bronceado y trata de mantenerlo por más tiempo humedeciendo la piel con cremas hidratantes regularmente. Debido a lque la melanina que da el color a la piel está localizada en la capa exterior, eliminarás el bronceado si tu piel se pela o escama. Por la misma razón, evita usar productos exfoliantes.
7. Aplica el protector solar media hora antes. La aplicación del protector solar debe realizarse media hora antes de la exposición al sol y repetirse cada dos horas y después de cada baño para conseguir broncearse con precaución. No debemos fiarnos de los días nublados porque los rayos ultravioletas atraviesan de igual forma las nubes aunque no notemos que hace calor.
8. Protege tu piel en el agua. No debemos descuidar la protección de nuestra piel cuando nos bañamos en el mar o en la piscina ya que el agua actúa como una lupa incrementando un 10% los efectos perjudiciales del sol. En la arena se reflejan un 25% de las radiaciones por lo que debemos protegernos aunque estemos debajo de una sombrilla.
9. Calma tu piel con un after sun. Es conveniente que después de un día de exposición utilicemos un after sun para ayudar a una mejor hidratación de la piel.
10. Consultar a un dermatólogo es fundamental, sobre todo si notamos cualquier lesión en la piel, como por ejemplo el cambio de color, forma o tamaño de pecas y lunares.
Marisol Nuevo Espín
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