El verano y las vacaciones puede hacer que la forma física empeore. Helados, vacaciones, menos ejercicio por culpa de las altas temperaturas… Son solo algunos ejemplos que explican por qué el estado de todos no sea el óptimo. Y, si bien lo más recomendable es cuidarse en todo momento, hay una serie de recomendaciones que pueden ayudarnos a recuperar las sensaciones pasada la época estival.
Desde la Fundación Nemours se brindan una serie de consejos con los que ponerse en forma y mantenerse en forma después del verano. De hecho, no hay que esperar a que concluyan las vacaciones, este tiempo libre puede ser la mejor época para empezar con este propósito. Como si de año nuevo se tratara, todos en casa deben comprometerse con esta meta.
Ingerir variedad de alimentos
Puede que a los más pequeños, o a ti mismo, os apetezca una serie de alimentos en concreto. Pero la dieta debe ser variada y los alimentos diferentes, de esta forma nos aseguraremos de que el cuerpo reciba todos los nutrientes que precisa. Incluso puede ser el momento para añadir en el menú una serie de platos nunca probados o ausentes, pero necesarios como las ensaladas, o los postres.
Beber agua
Cuando la sed aparezca, el agua debe ser la respuesta para sacarla. Tampoco deben faltar otros líquidos como la leche, una importante fuente de calcio (en especial entre los más pequeños). El final del verano puede ser también el mejor momento para despedir los refrescos azucarados y otras bebidas que no sean tan recomendables en una dieta saludable con la que mantenerse en forma.
Escuchar al cuerpo
Todos sabemos cuándo estamos saciados, tan solo hay que escuchar al cuerpo y al estómago. Pasarse comiendo y dejarse llevar por menús suculentos o por platos que gusten demasiado no es una buena idea, en especial cuando estamos hablando de alimentos con un alto nivel de azúcares o de grasas. Eso sí, tampoco hay que quedarse con hambre.
Limitar el tiempo frente a las pantallas
El tiempo que se pasa frente a las pantallas son momentos de sedentarismo. Si bien no hay que prohibir las nuevas tecnologías, cuanto más se dedique a estas, menos deporte se hará. Tampoco hay que permitir su utilización en horarios como el nocturno ya que estos dispositivos pueden alterar el sueño y hacer que el descanso no sea el óptimo, rompiendo con rutinas muy importantes para estar en forma.
Mantenerse activos
Por muy buena que sea una dieta, si no está acompañada de actividad física no sirve de nada. El abanico es amplio: salir a andar, correr en bicicleta, apuntarse a un deporte… En especial, tras el verano, comienzan numerosas extraescolares con las que cumplir con las horas de movimiento recomendadas por los especialistas.
Damián Montero
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