¿Buenas notas en casa? Genial, toca celebrarlo y divertirse en verano. Nada de quedarse en casa, el mundo exterior tiene mucho que ofrecer a pequeños y a grandes, quienes pueden disfrutar de una gran apuesta de ocio durante el periodo estival. Un buen ejemplo es la visita a la piscina, un entorno donde pasar una jornada que quedará para el recuerdo mientras se practica algo de ejercicio y lo que es más importante, la familia se refresca.
Sin embargo, entre tanta diversión también tiene que haber espacio para la responsabilidad y el saber actuar con cabeza para evitar problemas muy serios. Así se advierte en VII Campaña de Seguridad Infantil, en donde se advierte de los riesgos que pueden tener la piscina para los más pequeños si no se anda con cuidado durante la visita a estos espacios.
Ahogamientos y daños cerebrales
Los datos de esta campaña señalan que este año los ahogamientos se han incrementado un 62% respecto a las cifras registradas el año anterior en estas mismas fechas. Desde el Hospitales Vithas Nisa también se advierte de que el riesgo no solo está en fallecer debajo del agua, los niños que sobreviven a este proceso también se enfrentan a otros peligros relacionados con la falta de oxígeno.
La doctora Carolina Colomer, del servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Vithas Nisa, resalta que la anoxia puede causar graves secuelas al cortar el aporte sanguíneo a los tejidos. «Después de más de tres minutos de duración puede causar daños cerebrales importantes. La gravedad de las lesiones provocadas dependerá del tiempo que el cerebro permanezca privado de oxígeno y de que la reducción del flujo sea total o parcial», señala esta profesional
«En general, los síntomas secundarios a una lesión causada por falta de oxígeno son alteraciones del nivel de conciencia, alteraciones en las funciones cognitivas y en la movilidad. En este sentido, una prevención terciaria es fundamental dirigida al tratamiento y a la rehabilitación de los déficit que se hayan podido producir, con el objeto de mejorar al máximo la calidad de vida de los afectados», concluye Colomer.
Consejos de seguridad
Para evitar que un día de piscina se convierta en algo que lamentar, desde el servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Vithas Nisa se ofrecen estos consejos para conseguir que la seguridad esté presente en estas jornadas:
– No dejar de vigilar a los niños en ningún momento, especialmente cuando estén en el agua o jugando cerca de ella, incluso aunque lleven flotadores o manguitos, y no delegar esta responsabilidad en ningún otro menor.
– Dejar claro a los niños las normas de seguridad. No asustarlos, pero sí concienciarlos y promover su prudencia.
– Comprobar que la piscina cuenta con las medidas de seguridad adecuadas: socorrista y cercado perimetral para que los hijos pequeños no puedan acceder libremente.
– Asegurarse de que los niños se bañan en aguas habilitadas para ello y en donde exista la vigilancia. Hacer que los niños respeten las normas de seguridad de piscinas y atracciones acuáticas.
– Sacar al niño del agua si este manifiesta algún síntoma extraño: escalofríos o tiritar de forma persistente, fatiga, dolor de cabeza o en la zona de la nuca, picores, mareos, vértigos o calambres.
– Nada de carreras en bordes de piscinas y las zonas mojadas.
– Extremar el cuidado con las zambullidas. Dejar claro al niño que debe ser precabido al tirarse de cabeza en lugares ya que puede producir una lesión.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Ahogamientos en niños: cómo prevenirlos y primeros auxilios
– Juegos para pasarlo en grande con los niños en la piscina
– 10 consejos de seguridad en piscinas
– Ahogamientos en playas y piscinas: cómo prevenirlos y primeros auxilios