Miedo al ridículo, comodidad, más recomendadas para su uso en deportes. Hay muchos motivos que pueden llevar a un joven a querer usar lentillas. Algunos incluso se plantean dejar de usar gafas para evitar las limitaciones a las que quedan sujetos por el uso de estos artículos de corrección visual.
En este punto, muchos padres se ven en la disyuntiva de dejar o no a sus hijos lentillas. ¿Tendrá este producto algún efecto negativo? ¿Está preparado o es mejor que siga llevando gafas? ¿Podrá afrontar el mayor cuidado que requieren las lentes de contacto? Sin embargo muchos padres se preocupan sin motivo ya que los más pequeños pueden portar estos artículos desde edades tempranas.
Desarrollo del ojo
El único pero que los oculistas ponen al uso de lentillas es la influencia de estos productos al desarrollo del ojo en los niños. Sin embargo este está completamente formado en torno a los ocho años, por lo que no habría problema a la hora de emplear lentes de contacto siempre y cuando se mantengan unos hábitos responsables.
En este punto no es tanto la edad, sino la capacidad de responsabilidad que tenga el niño. El uso de lentillas requiere una mayor higiene que las gafas ya que su contacto con el órgano visual es más directo. Mantenerlas limpias y cuidarlas con los productos adecuados es la clave para que no aparezcan futuras infecciones en el ojo. Un cuidado diario que los jóvenes deben aceptar en el caso de que deseen usar lentes de contacto.
Algunos especialistas incluso recomiendan que los niños comiencen a usar lentes de contacto para aumentar su grado de responsabilidad. Ponerlos al cargo de esta actividad y hacer que asuman estas prácticas es un buen método para que los más pequeños comiencen a ser conscientes de que tienen que hacerse cargo de algunos asuntos relacionados con ellos.
De hecho muchos estudian aseguran que el tiempo empleado por jóvenes de entre 8 y 17 años en la limpieza de lentillas es muy parecido al de los adultos, muestra de que si se lo proponen, este grupo de edad puede ser tan responsable como los adultos. Incluso se podría considerar que estos hábitos de higiene son mayores ya que este sector de la población dispone de más tiempo para estas prácticas.
La última palabra siempre del oftalmólogo
No obstante siempre habrá que acudir al oftalmólogo antes de decidir si es pertinente o no el uso de lentillas en los jóvenes. Será él quien determine si concierne o el empleo de estos artículos y qué modelos son los más recomendables. Siempre es conveniente hablar con un especialista antes de decidir.
Además será el oculista quien sugiera un programa de uso de lentes con los cuidados precioso, productos de limpieza de lentillas y un calendario de reemplazo de estos artículos.
Normas de higiene con lentillas
Como se ha dicho, no es tanto la edad sino la capacidad que tenga el menor de aceptar responsabilidades para la higiene de sus lentillas. Estas son algunas recomendaciones de limpieza que se deben asumir:
– Lavarse siempre las manos antes de tocar las lentes.
– Colocar la lente en la palma de la mano con los productos adecuados y frotarla con el dedo índice enjuagándola a fondo antes de ponerla en remojo durante la noche en el estuche.
– Sustituir el estuche cada tres meses e incluso antes. También se ha de limpiar entre un uso y otro y dejarlo abierto durante el día para su secado
– No emplear soluciones salinas ni colirios humectantes para desinfectar las lentes de contacto.
– Nunca se debe reutilizar una solución usada ni transferir este producto de un envase a otro porque afecta a su esterilidad.
– Seguir siempre el programa de reemplazo de lentes de contacto recomendado por el oftalmólogo.
– Nunca llevar lentillas mientras se nada.
– Visitar regularmente al oculista.
Damián Montero
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