Dormir es una clave muy importante para todas las personas. En el caso de los niños esta necesidad se hace más evidente. Después de un duro día de colegio y de deberes, entre otras muchas posibles actividades, los niños se marchan a la cama en la búsqueda del buen descanso.
Pero, ¿y si al llegar la noche los más pequeños de la casa no son capaces de dormir? El insomnio es una de las peores situaciones por las que puede pasar, el no alcanzar el ansiado descanso y no recargar las pilas es algo que termina por lastrar el trabajo en cada jornada. Sin embargo, en muchos casos esto puede revertirse con unos buenos hábitos antes de irse a la cama y cuidando la higiene de sueño tal y como indica la Unidad de Patología del Sueño del Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria, en Canarias.
Vigilar antes de irse a la cama
Esta unidad atiende al año en torno a 150 niños al cabo del año que presentan problemas de sueño. Los expertos de este centro listan como las primeras afecciones del descanso en menores las siguientes: insomnio, terrores nocturnos, el sonambulismo, sominiloquias, ronquidos, bruxismo o eneuresis nocturna.
En cuanto al insomnio, estos expertos explican que un 30% de los casos de este problema del descanso se debe a unos malos hábitos antes de irse a la cama. Es decir, a una mala higiene del sueño, lo cual se puede revertir atendiendo a lo que hace el niño por la noche. Estos expertos recomiendan a los padres vigilar el comportamiento de sus hijos para detectar estas situaciones.
Irritabilidad, hiperactividad, mal humor por la mañana y una cara de pocos amigos son algunos signos que pueden advertir de que el niño no descansa bien. Será entonces cuando habrá que ver qué es lo que hace el niño antes de irse a dormir: si se ve la televisión, si pasa tiempo frente al ordenador o qué comida toma antes de marcharse a la cama.
Cuidar la higiene del sueño
Estos son algunos consejos con los que cuidar la higiene del sueño en los más pequeños y asegurar que cada día tiene un descanso reparador:
– Practicar ejercicio. El ejercicio aeróbico moderado es el que aporta mayores beneficios. Un sistema que nos permite liberarnos del estrés y las preocupaciones diarias. Por eso, es fundamental que realicemos alguna actividad con la que nos sintamos cómodos y plenos como caminar, montar en bicicleta, bailar…
– Tener una buena zona de descanso. Nuestro lugar de descanso tiene que ser un oasis de paz que nos permita una desconexión total. Tenemos que evitar estímulos externos móviles, portátiles y todo dispositivo electrónico para evitar el insomnio tecnológico.
– Horarios y rutina. Nuestro cuerpo necesitar un horario establecido e intentar ir a la cama a la misma hora, en la medida de lo posible. Esto facilitará que el organismo entre en un estado de relajación ideal para dormir y despertarse reconfortado.
– Tranquilidad. Los conflictos no son buenos en, pero menos ningún aspecto de nuestra vida, pero lo son aún menos para conciliar el sueño. Evita los conflictos y los malos pensamientos antes de irte a dormir, no pienses en nada negativo y date un respiro durante ese momento.
– Evitar leer y mirar la televisión. El lugar de descanso solo debe ser asociado al sueño, de manera que debemos intentar realizar otro tipo de actividades en otro momento y lugar.
Damián Montero
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