Dicen que los padres además de su profesión deben ejercer otras en casa: profesores para ayudar con las tareas a sus hijos, futbolistas para jugar con los más pequeños, narradores de cuentos y en determinadas ocasiones médicos y enfermeros. Cuando un niño se cae o se pone enfermo son sus progenitores, quienes, habitualmente prestan los primeros auxilios y deciden si es necesaria la visita a algún especialista.
Sin embargo, con la llegada de internet y los buscadores de información muchos padres sienten la tentación de realizar consultas en la red sobre lo que ocurre a sus hijos. Esto puede dar lugar a situaciones de estrés al encontrar respuestas que indican que lo que le ocurre al niño es mucho peor de lo que ocurre. Por ello es conveniente saber dónde buscar y en qué medida hay que hacer caso.
¿Qué información ofrece?
Desde la Fundación FAROS se da una serie de pautas a los padres para que puedan saber donde deben buscar información y en qué deben fijarse antes de hacer caso o no a lo que encuentran en una determina web:
– Los contenidos de la página han de ser recientes y estar actualizados. Un estudio anterior ha podido ser refutado a lo largo de los años, por lo que han de incluir la fecha de redacción o de revisión de los artículos.
– Referencias a las fuentes originales en base a las cuales están elaborados. Estas deben estar presentes en forma de hipervínculos. Un artículo sin fuentes puede haberlo escrito cualquiera en su blog.
– Evitar toda información que quiera reemplazar la figura del médico. Estos contenidos orientan y complementan, nunca suplantan al especialista.
– Dudar de aquellas informaciones que pidan una contraprestación económica o que quieran hacer negocio con estos temas.
Bulos en internet
En ocasiones la información falsa no la buscan los padres, sino que llega a los móviles y correos electrónicos en forma de bulo. Estos contenidos van de mayor a menor gravedad. En algunos casos pueden dar lugar a una estafa en la que alguien prometa a los niños un suculento premio por una pequeña cantidad de dinero. Un engaño que pretende aprovecharse de la ingenuidad de los más pequeños para enriquecer a las personas detrás de este timo.
En otros casos, el bulo crea una alerta innecesaria al hacer creer a los padres una información falsa. Por ejemplo una noticia sobre la supuesta contaminación de determinados alimentos o el rumor de que en cierto parque secuestran a otros menores. Situaciones que en ocasiones termina por crear una histeria por un aviso inventado.
Hay que comprender que es importante no difundir los bulos una vez qu se reciban ya que son falsos y pueden crear una alarma en la sociedad sin necesidad. Es fácil reconocerlos ya que emplean argumentos como «me han dicho que pasó en X lugar», «Confirmado» o «lo leí en un grupo en el que está un amigo policía».
Hay que tener un espíritu crítico ante toda la información encontrada en internet y que no provenga de los canales habituales. En caso de estar ante una estafa, es importante poner en conocimiento de ello a los cuerpos de seguridad para tratar de encontrar a las personas responsables y poner fin a esta situación.
Damián Montero
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