Vivimos en un tiempo en donde las pantallas ocupan gran parte del día a día de las personas. No solo de los adultos, también de los niños, quienes se valen de las tecnologías para buscar información, encontrar fórmulas de ocio y, como ha sucedido durante la pandemia, tener una alternativa con la que seguir las clases (si estas no pueden desarrollarse de manera presencial). Sin embargo, no hay que olvidarse de lo que significa exponerse a ellas.
Entre los problemas que se han observado en los últimos tiempos, destaca el aumento de los casos de miopía en niños. Y, al igual que sucede con cualquier otra alteración, siempre es mejor corregirla desde edades tempranas para evitar que vayan a más y lleguen a alterar el bienestar de los adultos. Por este motivo, desde el Consejo General de Ópticos-Optometristas se conciencia de la importancia de la pronta detección de la miopía, ante el crecimiento de la misma en jóvenes y niños.
Síntomas de la miopía en los que hay que fijarse
La miopía es un defecto visual del eje anteroposterior con un crecimiento del globo ocular. Aparece durante la edad escolar y suele incrementarse gradualmente a lo largo de la vida. Afecta a la visión de lejos haciendo que los objetos alejados se perciban poco nítidos o borrosos, mientras que, por el contrario, los objetos cercanos se mantienen nítidos.
Algunos de los síntomas de la miopía son:
– Necesidad de acercase a los objetos a causa de la falta de visión lejana.
– Visión borrosa de los objetos lejanos.
– Entrecerrar los ojos forzando la vista para intentar enfocar los objetos.
– Fatiga visual.
– Dolores de cabeza.
Además de un importante componente genético, entre las causas de este defecto destacan la cantidad de tiempo que se pasa en espacios interiores con escasa iluminación y el incremento de actividades de «visión de cerca». En ambos casos es la juventud la más afectada, ya que son los que más se exponen a dichas condiciones. Por el contrario, maximizar el tiempo en exterior y con luz natural reduce el riesgo.
Tipos de miopía
Uno de los puntos más importantes para reconocer la miopía es reconocer los distintos tipos que existen:
– La miopía simple o axial, que es la que se mantiene por debajo de las 6 dioptrías.
– La miopía congénita que es hereditaria y aparece en el recién nacido como consecuencia de alteraciones de las estructuras del ojo. Normalmente tiene un origen genético que puede relacionarse con un nacimiento prematuro o alguna enfermedad de la madre durante el embarazo. Normalmente es una miopía elevada.
– Y por último la miopía magna o alta miopía. Se trata del tipo más severo y se denomina así cuando el paciente tiene más de 6 dioptrías. Va asociada a anomalías en el fondo de ojo de las personas afectadas. Es hereditaria y suele evolucionar a lo largo de la vida. Este tipo de miopía requiere de controles para hacer una detección precoz de posibles complicaciones.
Para tratar la miopía existen diversos tratamientos como las lentes de contacto de ortoqueratología, las lentes de contacto blandas específicas o las gafas con lentes especiales, algunos de estos combinados con fármacos. «El aumento de la miopía se relaciona con enfermedades oculares como el desprendimiento de retina o el glaucoma por lo que el control y la prevención de la miopía resulta fundamental» apuntan.
Damián Montero
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