Los catarros, infecciones y algún que otro virus son unos clásicos en la vuelta al cole. Una escena muy típica es la del niño que acude al centro sano y regresa mostrando síntomas de alguna afección de este estilo. Tanto tiempo junto a compañeros que se aquejan de estos problemas de salud en un ambiente cerrado, así como el contacto físico a través del juego o los saludos explican por qué sucede esta situación tan habitual.
Sin embargo hay una respuesta a este problema. Mejorar el sistema inmune de los alumnos repercutirá positivamente en el día a día de los más pequeños y evitará que las infecciones que tan habituales son en el inicio de curso terminen por desembarcar en casa y afectar a todos los miembros de la misma.
Evitar infecciones
¿Existe alguna fórmula con la que se aumenten las defensas de los más pequeños? Desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap, explican que en el mercado existen algunos inmunoestimulante que se han demostrado como válidos para reforzar el sistema inmune de los niños. El primero de ellos las vacunas, por lo que se recuerda la importancia de cumplir con el calendario de estos inyectables.
También se advierte de que hoy en día existen varios productos que se anuncian como inmunoestimulante, aunque no hay ningún preparado comercial que haya demostrado su eficacia para prevenir los catarros e infecciones respiratorias, apoyándose en suficientes estudios de calidad. Es por ello que no está recomendado su uso. Es necesario realizar más estudios y más rigurosos.
Algunos ejemplos de esto último es:
– Productos a base de vitaminas (A, D, C) y minerales (Zinc).
– Derivados de planta.
– Derivados de las propias bacterias o de hongos.
Rutinas que mantener
Al margen de los productos que ayuden a mejorar el sistema inmune de los más pequeños, existen una serie de rutinas que ayudan a mantener al margen las infecciones. Algunos ejemplos son:
– La lactancia materna. Las defensas de la madre pasan al niño a través de la leche materna. También favorece el desarrollo de una flora microbiana saludable en el organismo del niño.
– El lavado frecuente de manos. Es muy simple de realizar y muy eficaz.
– Dieta equilibrada. Una dieta variada permite obtener los nutrientes, vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita para un buen funcionamiento, incluido nuestro sistema inmunitario.
– Evitar el tabaquismo pasivo. No sólo el contacto directo con el humo, también con la ropa, el pelo…
– Hábitos de vida saludable. El ejercicio regular, horas de sueño adecuadas, descanso entre horas de estudio etc. han de ser unos compañeros habituales en el día a día de los niños.
Damián Montero
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