Un niño autista y su familia deben afrontar numerosos retos. Algunos de ellos hacen en ocasiones imposible llevar una vida normal, por este motivo se agradecen los avances que pueden poner fin a algunos de los problemas de estas personas. Uno de los últimos avances trata de explicar la causa de algunas afecciones digestivas que padecen estos menores.
Según el Centro Thompson de Autismo y Trastornos del Neurodesarrollo, de la Universidad de Missouri-Columbia, el estrés podría explicar muchos de los problemas digestivos por los que pasa un niño con autismo.
Estrés y cortisol
Este grupo de investigadores se preguntaron por qué es más frecuente que algunos problemas digestivos como el estreñimiento afecten a los niños con autismo. Tal y como señalan los responsables de este estudio es habitual que cuando un profesional detecta este el malestar en estos menores, recetan un laxante para evacuar.
Sin embargo, nadie hasta ahora ha tratado de centrarse en el origen de este patrón. En qué es lo que ocurre en los organismos de los niños autistas para que aparezcan dichos problemas digestivos. Los investigadores se preguntaron si el cortisol, hormona liberada cuando el cuerpo se estresa, podría ser la causa de estas situaciones.
Para dar respuesta a esta pregunta, los investigadores recurrieron a una muestra de 120 niños con autismo. Los padres de estos menores dieron información sobre los síntomas gastrointestinales de sus hijos y general, 51 presentaban esos problemas y 69 no. Estos participantes se sometieron a una prueba de estrés con una duración de unos 30 segundos.
Para evaluar la respuesta que tenían estos niños al estrés, los investigadores recogieron muestras de saliva de cada participante antes y después de la prueba para medir los niveles de cortisol de los niños. Efectivamente, aquellos menores cuyos padres habían señalado que tenían problemas gastrointestinales, presentaron mayores niveles de esta hormona.
Estrés y autismo
«Sabemos que es común que los individuos con autismo tengan una reacción más intensa al estrés, y algunos de esos pacientes parecen experimentar con frecuencia estreñimiento, dolor abdominal u otros problemas gastrointestinales», explica el doctor David Beversdorf, autor principal de esta investigación.
Este especialista añade que a la hora de «comprender mejor el motivo, buscamos una relación entre los síntomas gastrointestinales y los marcadores inmunitarios responsables de la respuesta al estrés». En este sentido efectivamente, el aumento del cortisol por causa del estrés explicaba este tipo de problemas, por lo que un ritmo de vida más calmado podría mejorar sensiblemente el día a día de los niños con autismo.
Damián Montero
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