La vuelta al cole significa el regreso de viejas rutinas. Algunas son agradables, como el reencuentro con los amigos y el reinicio de la actividad académica, en otros casos son todo lo contrario. Es el caso del dolor de espalda, provocado por el excesivo peso en sus mochilas que suele aparecer entre los 8 años y suele incrementarse hacia los 10.
De hecho, tal y como indican desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, CEAPA, las dolencias de espalda ya han sido padecidas por el 51% de los chicos y el 69% de las chicas de entre 13 y 15 años. A partir de esta edad, su frecuencia se asemeja a la de los adultos. Por ello, desde este organismo se indica la necesidad de promover ejercicios que ayuden a prevenir esta situación.
Padres, alumnos y familia
Teniendo en cuenta esta situación, el Consejo General de Médicos (CGCOM) y la Red Española de Investigadores en Dolencias de Espalda (REIDE), en colaboración con CEAPA, han puesto en marcha la campaña de prevención entre los escolares. Un objetivo que atañe tanto a alumnos, como a profesores y a sus familias, tres entes que deben involucrarse en la salud de los alumnos.
Para reducir la duración y el impacto del dolor de espalda en los más pequeños se hace necesario intervenir en sus actividades diarias. De esta forma, Serafín Romero, presidente de GCOM, indica que «es importante la implicación de todos los actores de la vida de los niños -familias, educadores, médicos para que, desde la infancia, adquieran hábitos sencillos y saludables no sólo para prevenir sus dolores de espalda sino para evitar otros problemas de salud. Esta campaña, en su decimoctava edición, aporta información clara, precisa y fácil de poner en práctica para conseguirlo».
Por su parte, Francisco Kovacs, expone que «es más fácil mantener en la vida adulta los hábitos que se establecen en la infancia, y hay que saber adaptarlos a todas las circunstancias. Y si ahora el alumno debe trabajar más desde casa y estar más horas sentado, es todavía más importante que no deje de realizar ejercicio de manera continuada para evitar dolores de espalda».
Ejercicio en el día a día
Mª del Carmen Morillas, portavoz de CEAPA, añade que es «fundamental crear hábitos saludables y fomentar el ejercicio físico desde la infancia. Generar espacios de diálogo y de ocio en familia en contacto con la naturaleza favorecerá un desarrollo adecuado, tanto físico como mental. Tener la información de primera mano nos permitirá entender y transmitir a nuestros hijos e hijas todo lo necesario para que tengan las herramientas necesarias para poder crecer sanos y sanas».
De hecho son varios los estudios que avalan que el ejercicio físico practicado de manera habitual es la medida más efectiva para prevenir las dolencias de la espalda. El tipo de actividad que se realice es lo menos importante, lo básico es que se mantenga como una rutina en estos deportes. No hay evidencias científicas de que uno sea mejor que otro, siempre que sea apropiado y llevado a cabo de forma constante.
Si el alumno practica deporte a nivel cuasi profesional, se impone el seguimiento estricto de los consejos de los entrenadores y médicos deportivos para compensar los eventuales desequilibrios musculares que incrementan el riesgo de sufrir lesiones y dolencias de la espalda.
Damián Montero
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