La pandemia no ha sido algo exclusivo de los adultos. Niños y adolescentes también se han contagiado de coronavirus. Los primeros estudios indicaban que su evolución era más favorable que en otros grupos de edad y que su sintomatología era menos grave. Pero esto no quiere decir que la Covid-19 no haya tenido efectos en jóvenes y pequeños y tal y como indican desde el Hospital Sant Joan de Déu es necesario un control pediátrico.
De esta forma se puede tener una idea de la evolución de los síntomas de la Covid-19. No solo a nivel físico, también para abordar los posibles problemas de salud mental, documentando el desarrollo físico y psicosocial. De esta forma se podrá realizar un control preventivo para mantener una salud óptima en pacientes. Así se podrán prevenir posibles complicaciones a medio y largo plazo en estos pacientes.
¿Qué efectos tiene el coronavirus en niños y adolescentes?
Desde el Hospital Sant Joan de Déu destacan los siguientes síntomas en estos grupos de edad:
– Efectos respiratorios. Los pulmones son el órgano más afectado por los pacientes contagiados de coronavirus, y los síntomas respiratorios persistentes después de la Covid-19 aguda no son infrecuentes. Los síntomas incluyen dolor en el pecho, tos y disnea inducida por el ejercicio. El tiempo de mejora depende de la condición basal de salud y de la gravedad de la enfermedad. Algunos de estos síntomas pueden durar tres meses o más.
– Efectos cardíacos. Uno de los aspectos más preocupantes del coronavirus es el riesgo potencial de afectación cardíaca, que puede formar parte de la presentación inicial de la enfermedad. Los síntomas habituales de la miocarditis pueden incluir dolor en el pecho y dificultad para respirar, así como arritmias y fatiga.
– Anosmia y/o ageusia. El coronavirus puede provocar cambios en el olfato y el gusto, especialmente en adolescentes. Hasta uno de cada cuatro individuos de entre 10 y 19 años desarrolla anosmia. persistentes durante meses, la anosmia y la agèusia en niños se suele resolver en varias semanas.
– Boira cognitiva o fatiga. La llamada «niebla cerebral» se traduce en desatención, dificultad de concentración o memoria. .Los niños y adolescentes también pueden quejarse de falta de atención, más lentitud en la lectura o el procesamiento, requieren más repetición en el aprendizaje etc.
– Fatiga física. Después de la infección por coronavirus, los niños y adolescentes pueden quejarse de cansancio y poca resistencia física, incluso sin afectación cardíaca y respiratoria conocida. Fomentar un horario diario coherente y un aumento gradual de la actividad física a lo largo del día es lo más efectivo.
– Dolor de cabeza. Se trata de un síntoma común durante el virus y después de la infección. Las causas del dolor de cabeza postcoronavirus pueden estar más relacionadas con factores como por ejemplo el cambio de rutina, el uso excesivo de medicamentos, el aislamiento social, los cambios en la higiene del sueño, la mala hidratación y/o nutrición, la carencia de ejercicio aeróbico y otros factores estresantes.
– Secuelas de salud mental. Después de la infección, las secuelas de salud mental son muy frecuentes y probablemente multifactoriales. En estos momentos hay que acudir a un especialista.
¿Qué recomiendan los pediatras después de la infección por coronavirus?
Estas son las recomendaciones que se dan por parte de los pediatras después de que el niño, o el adolescente, haya contraído el coronavirus y lo haya superado:
– Vacunación. Se recomienda la vacunación contra la Covid-19 para todos los niños y adolescentes, salvo que el paciente esté recibiendo algunos tratamientos que recomienden esperar un intervalo entre la administración del fármaco y este inyectable.
– Retorno en la vida diaria. Los pediatras tendrían que identificar qué necesidades tendrá el niño o adolescente en su retorno a las actividades de la vida diaria. Los pacientes con síntomas continuos pueden necesitar apoyo adicional para volver al aprendizaje.
Damián Montero
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