Las nuevas tecnologías han cambiado la vida de las personas de muchas formas: permiten el contacto con personas a distancia, ofrecen información en cuestión de segundos, ayudan a encontrar una oferta de ocio en momentos de aburrimiento, almacenan recuerdos en forma de fotos, etc. Pero también han alterado el día a día de los individuos de otras maneras que no son tan positivas.
No solo porque estos dispositivos hayan creado un nuevo tipo de dependencia que en muchos casos supone no saber vivir sin emplear estas tecnologías. También han alterado otros puntos como el buen descanso, así lo indica el estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information. Una investigación que ha demostrado que dormir junto a uno de estos aparatos reduce la calidad y la cantidad del sueño.
Aparición de trastornos del sueño
Para esta investigación se tuvieron en cuenta otros estudios experimentales. Un total de 463 trabajos fueron revisados en la búsqueda de una conexión entre la presencia o no de nuevas tecnologías durante la noche en los más pequeños y la calidad del sueño de los mismos. Los datos confirmaron la teoría de los responsables de los responsables comprobando que la calidad en el descanso era menor.
La cantidad de sueño era menor cuando se usaba dispositivos electrónicos antes de irse a dormir. Los niños en estos casos no conseguían descansar las horas recomendadas por los especialistas para poder recargar energías de cara al día siguiente. También se encontró con un mayor empobrecimiento en la calidad.
El uso de dispositivos electrónicos antes de irse a la cama se relacionaba con la presencia de un mayor sueño diurno y una falta de capacidad de atención en las horas lectivas, dando lugar a una mayor posibilidad de fracaso escolar. Concretamente niños y adolescentes que usaron dispositivos electrónicos a la hora de dormir o una hora antes tuvieron 2,52 veces más posibilidades de descansar menos horas de las recomendadas.
También se encontraron alteraciones en el sueño de los niños que tenían cerca uno de estos terminales antes y durante las horas de sueño, aunque no las utilizaran. Unos datos que revelan que no solo el uso de estas tecnologías afecta a la calidad del descanso, también la presencia en el entorno de estos aparatos puede provocar un descenso en estos términos.
Consejos para dormir
No solo hay que vigilar la presencia y uso de las nuevas tecnologías en el cuarto. También hay que velar por cumplir una buena higiene de sueño para conseguir un buen descanso y dormir plácidamente:
1. Practicar ejercicio. El ejercicio aeróbico moderado es el que aporta mayores beneficios. Un sistema que nos permite liberarnos del estrés y las preocupaciones diarias. Por eso, es fundamental que realicemos alguna actividad con la que nos sintamos cómodos y plenos como caminar, montar en bicicleta, bailar…
2. Tener una buena zona de descanso. Nuestro lugar de descanso tiene que ser un oasis de paz que nos permita una desconexión total. Tenemos que evitar estímulos externos móviles, portátiles y todo dispositivo electrónico para evitar el insomnio tecnológico.
3. Horarios y rutina. Nuestro cuerpo necesitar un horario establecido e intentar ir a la cama a la misma hora, en la medida de lo posible. Esto facilitará que el organismo entre en un estado de relajación ideal para dormir y despertarse reconfortado.
4. Tranquilidad. Los conflictos no son buenos en, pero menos ningún aspecto de nuestra vida, pero lo son aún menos para conciliar el sueño. Evita los conflictos y los malos pensamientos antes de irte a dormir, no pienses en nada negativo y date un respiro durante ese momento.
5. Evitar leer y mirar la televisión. El lugar de descanso solo debe ser asociado al sueño, de manera que debemos intentar realizar otro tipo de actividades en otro momento y lugar.
Damián Montero
Damián Montero
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