El verano es una época que se presenta muy divertida para todos en casa. Y es que hay que tener en cuenta la cantidad de tiempo libre que tienen por delante los más pequeños. Sin embargo, hay que recordar que estamos ante una estación en donde las temperaturas son extremas. La subida del mercurio es algo común y el cuidado que se debe tener para prevenir los riesgos del calor.
Por ello desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap, brindan a los padres un decálogo par un verano perfecto y saludable. Diez recomendaciones para que padres e hijos disfruten al máximo de estas vacaciones, sin tener que preocuparse por problemas como la deshidratación o los posibles golpes de calor.
Decálogo para un verano saludable
Estos son los 10 consejos que desde AEPap para un verano tranquilo:
– El agua es la bebida ideal si se tiene sed. Cuando hace calor, lo mejor es beber agua de forma frecuente. Otra opción son los zumos naturales, la leche y las sopas frías como el gazpacho.
– Llenar el plato con mucha fruta y verdura. Cinco comidas al día y sin pasarse con el tamaño de las raciones. En verano nos gustan las cosas fresquitas y ligeras.
– Tener cuidado con el sol en las horas centrales del día, entre las 12 del mediodía y las 5 de la tarde. Si no queda más remedio que salir a la calle, buscar sitios con sombra. Durante los viajes a la playa no hay que olvidarse de la sombrilla. Se debe usar ropa que cubra buena parte del cuerpo, sombrero y gafas de sol. Los bebés siempre a la sombra.
– Las cremas con filtro solar deben ser resistentes al agua y con un factor de protección mayor a 30. Se deben aplicar al menos 30 minutos antes de que nos vaya a dar el sol y repetir cada 2 horas.
– Durante los viajes en coche se deben usar siempre sistemas de retención infantil homologados adecuados al tamaño y edad del niño. Es más seguro en sentido contrario a la marcha y en la zona central del asiento trasero. Hay que evitar sillas de segunda mano y nunca dejar a los niños solos en el coche.
– Para prevenir ahogamientos en la piscina y en la playa, los niños siempre deben estar vigilados por un adulto. Las piscinas deben tener un cercado completo. Y mejor que haya un socorrista. Los hijos deben aprender a nadar lo antes posible.
– Los viajes con niños hay que planificarlos. Prepara un botiquín con material básico: curas, fiebre, dolor y suero de rehidratación. Tampoco hay que olvidar la medicina que tomen de forma habitual, al mismo tiempo que llevar agua, comida y cosas para que jueguen.
– Mucho cuidado con los tatuajes de henna porque pueden dañar la piel, incluso a largo plazo.
– En caso de picaduras de medusa hay que limpiar sin frotar con agua salada o suero y aplicar frío. Si no se aprecia mejoría, hay que avisar al socorrista.
– Para mantener las infecciones a raya hay que insistir más en la higiene en la cocina y en el lavado de manos, preparar bien los alimentos y consumirlos pronto.
Damián Montero
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