El aumento de los casos de sobrepeso y obesidad ha hecho que otros problemas de salud como la diabetes de tipo 2 crezca hasta el punto de que muchos especialistas en nutrición auguran una epidemia de esta enfermedad. Sin embargo en los últimos tiempos se están diagnosticando cada vez más casos de diabetes tipo 1, menos frecuente pero que está convirtiéndose en un asunto cada vez más común.
De hecho los especialistas que participaron en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes explicaron que esta tendencia al alza continúe en los próximos años y por tanto, los casos de niños con diabetes tipo 1 aumentan. Un problema que debe ser tratado para encontrar los motivos por los que se está produciendo esta situación.
La diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad
Si bien la diabetes tipo 2 se asocia habitualmente con casos de obesidad y sobrepeso, la diabetes tipo 1 es un trastorno autoinmune que puede aparecer a cualquier edad. Suele ser más habitual en niños y consiste en el cese de la producción de insulina por parte del páncreas del paciente, con lo cual el procesamiento de glucosa por este organismo se ve alterado y esta termina por acumularse en el torrente sanguíneo.
La diabetes tipo 1 cuenta con un fuerte componente genético. Los padres con este problema de procesamiento de glucosa tienen más posibilidades de que su hijo lo tenga también. En España actualmente, de todos los pacientes con diabetes, sólo entre un 5 y un 10% tienen el tipo 1. Aunque las expectativas son que este porcentaje aumente en los próximos años.
Aumenta la diabetes tipo 1
Los expertos explican que este aumento de la diabetes tipo 1 se ha producido en países desarrollados. Zonas en los que los avances médicos han dado una mayor esperanza de vida a los pacientes con este problema de procesamiento de glucosa, lo cual ha permitido que formen sus familias. Esto se relaciona con el componente genético de este trastorno, el cual hace más probable el nacimiento de un niño diabético.
En este sentido se hace necesario monitorizar esta situación en España. Crear un registro real de personas con diabetes de tipo 1 para tomar consciencia real de la situación y establecer protocolos para asegurar una buena calidad de vida a las próximas generaciones. Enfocar los esfuerzos médicos a tratar a estos jóvenes y enseñar a los padres medidas con las que solucionar situaciones en las que el bienestar de los más pequeños se vea comprometido.
10 consejos para convivir con la diabetes
1. Conocimiento y normalización de la enfermedad. Cuando el niño ha recibido el diagnóstico, se precisa un trabajo de educación en la enfemerdad tanto para el propio paciente -el que mejor debe conocer su salud-, como para sus familiares, amigos y profesores, quienes también pueden intervenir en el control farmacológico y emocional de la diabetes. El entorno también debe conocer las pautas de actuación y participar en los hábitos y horarios del enfermo. En este sentido, la labor de sensibilización y normalización en todos los entornos del niño es básica para que este se adapte y aprenda a convivir con su enfermedad.
2. Precaución con el azúcar. Para las personas con diabetes, resulta fundamental limitar al máximo la cantidad ingerida de azúcares simples, es decir, los que se absorben rápidamente por el intestino, y que provocan subidas rápidas de la glucemia: azúcares refinados, miel, dulces (caramelos, turrones…), pasteles o repostería en general. En cambio, sí pueden tomar todos los días, leche y algunos derivados lácteos, y frutas frescas, aunque estas no en exceso.
3. Alimentación equilibrada. Sin embargo, la dieta no se limita tan sólo al control del azúcar. Así, tanto en casa como en el colegio, debe moderarse el consumo de grasas y prevenir la elevación del colesterol en la sangre. Por el contrario, los alimentos ricos en fibra como pan integral, fruta natural con piel y verduras frescas o cocidas son muy aconsejables, pues la fibra no se digiere, y agiliza el paso de la comida a través del estómago, disminuyendo la absorción de hidratos de carbono (azúcares). También las proteínas presentes en carnes, pescados, huevos, queso o leche son necesarias para el crecimiento del cuerpo y la reparación de los tejidos.
4. El horario de comidas, lo más regular posible. Es importante que el niño realice las comidas siempre a la misma hora, contribuyendo a un mejor control diabético. Además, hacer cinco comidas diarias (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena) equilibra los niveles de glucosa en sangre.
5. Control de los niveles de glucosa/glucemia. En general, los niños diabéticos necesitan realizarse varias veces al día un autoanálisis de glucosa que les aporte información sobre su nivel de glucemia, lo que permite su autonomía y el autocontrol de la enfermedad. Es algo muy sencillo, que realizan con la ayuda de un medidor de glucosa y que en la mayoría de los casos consiste en extraer una gota de sangre de la yema de un dedo de la mano.
6. Tratamiento farmacológico. La medicación es un pilar básico junto a la alimentación y el ejercicio. Así, la insulina es la base farmacológica en la diabetes tipo 1, los propios niños suelen poder aplicarse las inyecciones necesarias, con la supervisión de un adulto en el caso de los más pequeños. La mayoría de los niños se deben inyectar insulina varias veces al día: de acción rápida antes de cada comida principal y de acción lenta, una vez por la noche.
7. Atención al peso. Todos los niños, pero especialmente los que sufren diabetes, deben mentener un peso normal, de acuerdo a su edad y caracterísitcas físicas. Si detectamos un exceso de peso, se recomienda limitar la cantidad de calorías que consumen al día.
8. Apuesta por el ejercicio físico. Los niños con diabetes pueden practicar deporte como cualquier otro menor. De hecho, el ejercicio conlleva varios beneficios extra para ellos: favorece la disminución de glucemia, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a perder peso.
9. Revisiones oftalmológicas periódicas. Otro aspecto importante en los niños con diabetes es la vista. Más allá de las revisiones propias de la población infantil, en ellos se debe comprobar de manera periódica el estado de la retina con exploraciones y exámenes del fondo del ojo, con el fin de detectar precozmente la retinopatía diabética, primera causa de ceguera en el mundo occidental.
10. Reaccionar ante hipoglucemias e hiperglucemias. La hipoglucemia es una crisis causada por niveles de azúcar en sangre bajos, y se manifiesta con palidez, somnolencia, temblores, hambre o incluso pérdida de conocimiento. En estos casos, es importante subir rápidamente los niveles de glucosa, dando al niño algún alimento azucarado como un refresco, un zumo de frutas o galletas y dejando que descanse. En caso contrario, cuando el nivel de azúcar en sangre es muy elevado, se habla de hiperglucemia, y puede presentar cansancio, dolor de tripa, ganas de orinar y mucha sed, aunque también puede ser asintomática. En estos casos, debe aplicarse tratamiento con insulina.
Damián Montero
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