Septiembre está a la vuelta de la esquina, pero mientras tanto las vacaciones siguen siendo el día a día de muchos niños. Todavía quedan jornadas de tiempo libre que pueden ser ocupadas de muchas formas, como por ejemplo los maratones de cine o series que realizan muchos jóvenes y más pequelos. Mañanas y tardes dedicadas a películas y ficciones que divierten y mantienen pegados a la pantalla a los hijos.
Pero sin embargo, este tiempo frente a las pantallas tiene sus consecuencias. No solo aquellas derivadas del sedentarismo, sino otros resultados como los que han revelado los investigadores de la Universidad de Lovaina, en Bélgica. Este grupo ha encontrado una relación entre los maratones de cine y las alteraciones en el ritmo de sueño de las personas que lo realizan.
Poca calidad de sueño
Para analizar la calidad de sueño de los jóvenes que realizan maratones de sueño, los investigadores congregaron a más de 420 personas de 18 a 25 años. Estos participantes fueron analizados en dos aspectos, por un lado sus hábitos televisivos y por el otro su ritmo de sueño y la calidad de descanso de estos individuos.
Tras analizar los resultados de los participantes, se encontró que 4 de cada 5 encuestados realizaban maratones de televisión de distinta intensidad. En torno a una quinta parte señaló que realizaba esta actividad varias veces por semana durante el mes previo al estudio. En torno a un 7 por ciento reveló que lo había hecho casi todas las jornadas en los 30 días anteriores.
Casi todos los participantes reconocía seguir las indicaciones de los especialistas en cuanto a sueño. De media, todos ellos dormían 7,5 horas todos los años, sin embargo la mayoría de ellos manifestaban una escasa calidad de descanso y presentaban síntomas de cansancio durante las jornadas posteriores a esta actividad.
Mente demasiado activada
Si duermen las mismas horas, entonces, ¿por qué presentan un mayor cansancio que el resto de participantes? Según los investigadores esto podría deberse a una mayor actividad en la mente de aquellos que realizan maratones de cine o películas. «Creemos que implicarse en el mismo contenido durante horas a la vez podría dejar a los televidentes pensando en la serie, lo que sucedió y lo que sucederá luego», explica Liese Exelmans, autora principal de esta investigación.
Para paliar estos resultados, los investigadores sugieren repartir el contenido de estos maratones en distintos días. Dedicar unas horas determinadas para ver los capítulos o películas y no hacerlo todo de golpe, es decir, organizarse y por supuesto no usar horas de la noche para visualizar este contenido.
«Una vez se logra hacer de la rutina nocturna algo habitual, hay muchas probabilidades de cumplirla», asegura Exelmans, quien explica que es muy importante conseguir que los jóvenes cumplan este horario. En este punto, también se puede aprender una importante lección de autonomía y responsabilidad gracias a la gestión del tiempo dedicado a la visualización de este contenido.
Además, la investigadora recomienda alternar los contenidos y no centrarse siempre en el mismo para evitar que la mente se quede pensando en la misma trama constantemente y altere el sueño. «Nuestra investigación indica que ver televisión de forma regular (cambiando de un programa a otro) no se asocia con el sueño ni la fatiga, mientras que las maratones (ver episodios múltiples del mismo contenido) sí».
Damián Montero
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