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Consejos para el cuidado de los pies en verano

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Consejos para cuidar los pies en verano.

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Están ahí, aunque nos fijemos pocos en ellos. Los pies son una parte importante de nuestro cuerpo ya que sin ellos sería imposible caminar, salir a practicar deporte y pasar tanto tiempo de calidad en familia. Por ello, aunque estén tan abajo y nuestra vista pocas veces se detengan en ellos, hay que recordarlos y brindarles el cuidado que necesitan para evitar problemas.

Especialmente con la llegada del verano, época en la que los pies pasan por mayores problemas. El tipo de calzado, las temperaturas o la mayor sudación en el periodo estival pueden derivar en situaciones como la aparición de hondos en esta zona o un esguince. Andar con ojo y recordar estos consejos ayudarán a pasar unas vacaciones caminando con tranquilidad.

Problemas más comunes

Como se ha dicho, el verano es una época delicada para los pies. Tal y como se explica desde la Fundación Mapfre, estos son algunos de los problemas más habituales en esta zona del cuerpo:

Rozaduras y ampollas. Suelen producirse por la fricción de la piel desnuda contra un nuevo zapato o sandalia. En el segundo caso se habla del mismo origen, pero en este caso se levanta acumulando líquido debajo.

Exceso de sudoración. Las altas temperaturas provocan una mayor sudoración en algunas personas, provocando una humedad que desemboca en problemas como grietas interdigitales.

Sequedad excesiva de la piel. Usar calzado que dejan el pie al aire hacen que la piel se seque provocando en la persona una dureza en esta zona de la dermis.

Infecciones cutáneas por hongos. La visita a zonas como duchas sin calzado adecuado hace más posible contraer algún tipo de infección de este tipo.

Lo que debes tener en cuenta

Estos son los problemas que pueden aparecer en los pies con la llegada del verano. Para prevenirlos bastará con seguir estos consejos:

Elegir calzado adecuado para el verano. El calzado para esta etapa del año debe ser cómodo, de material transpirable y suave, amplio. Su suela debe ser amortiguada y flexible.

– Cuando se produzca una rozadura hay desinfectarla y cubrirla con un apósito para evitar su exposición a contaminantes. En el caso de la ampolla, hay que atravesar con una aguja fina para evacuar el líquido, presionar sobre ella, desinfectarla y cubrirla con un apósito.

– En el caso de la sudoración se pueden emplear por productos que regulan la transpiración. Es imprescindible leer las instrucciones del mismo y seguirlas al pie de la letra para evitar problemas añadidos.

-Para prevenir la infección por hongos se pueden emplear antimicóticos. Para prevenirlos se recomienda: usar chancletas o zapatillas de goma en piscinas, saunas, gimnasios y otras zonas públicas donde el pie está en contacto directo con la humedad.

– Duplicar la hidratación de la piel para evitar problemas de sequedad. Se recomienda el uso de cremas hidratantes, especialmente por la noche para evitar aumentar la sudoración durante el día.

Damián Montero

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