Aunque sabemos desde hace tiempo que la detección temprana previene en casi un 100% de los casos el cáncer de mama, todavía un 55 por ciento de las mujeres no controla su salud mamaria.
Los controles anuales son importantísimos. Consisten en la palpación o exploración personal, en la realización de una ecografía mamaría y, si es preciso, en una mamografía. La visita anual al ginecólogo para la detección temprana del cáncer de mama debe ser una cita no cancelable en la agenda de cualquier mujer.
Las revisiones y exámenes son más frecuentes a partir de la menopausia, sin embargo deben realizarse a lo largo de toda la vida fértil también. Los estudios indican que un control y una detección temprana, consiguen una cura del 95 por ciento de los casos de cáncer de mama.
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El descenso en la mortalidad del cáncer de mama
Los datos de los estudios anuales en los hospitales indican que se está produciendo un favorable descenso en la mortalidad de este cáncer, siendo aproximadamente un 1 por ciento menos cada año, por lo que es importante seguir insistiendo en las revisiones para la detección temprana.
Sin embargo, los datos de los últimos años en España reflejan que casi un 55 por ciento de las mujeres no acuden a una revisión de su salud mamaria. La razones para no acudir a las citas de salud mamaria atienden a diversos factores: muchas mujeres se justifican por la incomodidad de la prueba, pero el miedo por la posibilidad de pérdida de trabajo a causa de la enfermedad es la principal razón, y ésta última preocupa seriamente a la comunidad médica.
No obstante, hay que destacar que en los últimos cuatro años ha ido ocurriendo lo contrario. España se ha posicionado en el cuarto lugar dentro de la Unión Europea en la realización de mamografías de control, llegando casi al 80 por ciento de la población más vulnerable a este tipo de cáncer, es decir, a las mujeres en edades comprendidas entre los 50 y 65 años. A las mujeres mayores de 50 años, se les recomienda hacerse una mamografía anual para prevenir la enfermedad.
El cáncer de mama y la edad de la mujer
Aunque la edad es un marcador importante, ya que la posibilidad de tener un cáncer de mama es más reducida en la juventud, los chequeos anuales o bianuales tanto ginecológicos como de salud mamaria deberían estar recogidos en el cuidado personal.
Otra pauta de prevención de la enfermedad que se incluye en los exámenes de atención primaria es aprender a realizarse autoexámenes de vigilancia desde el desarrollo corporal y hormonal en la adolescencia.
Los principales desencadenantes de poder desarrollar un cáncer de mama, además de genéticos y hormonales (estrógenos), están altamente relacionados con no seguir hábitos saludables: una buena alimentación, deporte habitual, evitar el tabaco y el alcohol. Estos hábitos son comunes para mantener una vida saludable en todos los aspectos, y no es menos en este caso, minimizando las posibilidades de desarrollar un cáncer.
Evolución del cáncer de mama en el mundo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las asociaciones de médicos y asociaciones del cáncer recogen en sus datos una mayor incidencia en los casos del cáncer de mama de forma global.
Hay que destacar los casos de cáncer de mama han aumentado, sobre todo, en países Asia y África, donde últimamente ha aumentado la capacidad de detección y la concienciación de la población. No obstante, la OMS reconoce que muchos de los casos son por herencia genética, por lo que la prevención será a la larga beneficioso pues una temprana detección, puede evitar tanto el desarrollo del mismo como una temprana mortalidad.
Marina Berrio
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