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Cambio de horario, ¿cómo se altera el sueño de los niños?

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¿Cómo Altera A Los Niños El Cambio De Hora?

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Hay dos momentos muy delicados para el descanso de todos a lo largo del año. Los cambios de hora se presentan como una medida para hacer un uso más eficiente de las horas de luz solar. Una medida que se remonta a se remonta a 1784 cuando Benjamin Franklin, envió una carta al periódico Le Journal de París donde incluía algunas medidas para el ahorro energético, entre las que se postulaba ésta en cuestión.

Hay quien cuestiona si esta medida tiene algún sentido a día de hoy. Pero lo que sí que no admite debate es que en los primeros días después de realizar al cambio de hora, todos en el hogar sufren un desbarajuste de sus horarios de sueño. ¿Por qué se produce? ¿Hay alguna forma de padecer menos estas consecuencias? Desde la Asociación Española de Pediatría, AEP, se ofrecen estos consejos.

Cambio de hora en niños

Ni los niños escapan a las consecuencias del cambio de hora. Desde AEP explican que de hecho los más pequeños son, junto con los mayores, uno de los grupos de edad más sensibles a estos desbarajustes del sueño. El cuerpo humano reacciona de esta forma debido a su regulador horario, en el centro del cerebro y que se regula mediante la luz solar y los estímulos del entorno, entre los que se incluyen la alimentación y la actividad física.

Este regulador afecta a los niveles de las hormonas y a todo el cuerpo, por lo que, al cambiar el ritmo de la luz externa, puede desorientarse y eso es justo lo que le ocurre con los cambios horarios. Dicho mecanismo interno está operativo a partir de los 5-6 meses de edad y tiene en la lactancia materna su mejor aliado, por lo que en lactantes, el pecho de la madre es un gran aliado al contener una mayor cantidad de la hormona que facilita el sueño, mejorando la regulación de este sistema.

No solo el descanso se ve alterado por el cambio horario, también otros aspectos de la vida del niño se ven influenciados por este asunto: cambios en el apetito, irritabilidad, pequeñas alteraciones del ritmo cardiovascular. El entorno también tiene una gran influencia a la hora de superar estos efectos que pueden marcar la diferencia entre un breve espacio de tiempo o una prolongación por semanas.

Prevenir los efectos

Desde AEP se dan una serie de pautas con el fin de reducir las consecuencias que tiene el cambio de hora en las rutinas de los más pequeños:

– Iniciar los cambios poco a poco. En la medida de lo posible, una semana antes se pueden adelantar todas las actividades del niño en 10-15 minutos para que la transición sea más suave con el cambio de hora

– Propiciar la entrada de luz natural a la hora de levantar a los niños, incluso iluminar la habitación 15 minutos antes de despertarlos.

– Desayunar en una habitación muy iluminada.

– Apostar por frutos secos como nueces ya que favorecen la regulación del ritmo circadiano, recomendados en especial para el desayuno.

– Acudir al colegio andando, en la medida de lo posible, para aprovechar la luz solar y estimular la serotonina.

– Evitar la exposición a las pantallas una hora antes de acostarlo.

Damián Montero

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