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Atragantamientos en niños, cómo proceder en estos casos

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Los atragantamientos en niños pueden ser fatales si no se actúa rápido.

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Las situaciones de emergencia pueden abrumar a los padres que ven cómo sus hijos se enfrentan a una dura situación. Los accidentes infantiles son un buen ejemplo de cómo alguien puede bloquearse viendo lo mal que lo está pasando un pequeño, sin embargo en estos momentos hay que serenarse para tratar de ayudar y evitar males mayores. Saber practicar primeros auxilios es algo que salva vidas día a día.

Entre los accidentes domésticos que más pueden sorprender se encuentran los atragantamientos, habituales en los niños que todavía no dominan el proceso de de masticar y tragar. También es frecuente que el espíritu de aventura y de descubrir cosas los lleve a tragarse alguna pieza pequeña que obstruya su aparato respiratorio provocando este incidente. Saber cómo proceder ayudará a no tener que lamentar males mayores.

Síntomas de alerta

En ocasiones es fácil saber que se está produciendo un atragantamiento, como por ejemplo cuando sucede en la mesa mientras se está comiendo. Sin embargo, a veces puede suceder en un descuido de los padres. Tal y como se indica en el European Resucitation Council, el síntoma más claro al que se debe atender en estos casos es la tos.

La entrada de un cuerpo extraño en la vía aérea de una cualquier persona provoca inmediatamente un acto reflejo en forma de ataque de tos. Con esta actividad el organismo pretende expulsarlo. Si se advierte que el niño está consciente, respira y tose, es muy probable que se haya atragantado. En estos casos hay que animarle a que siga tratando de expulsar lo que obstruye sus vías respiratorias y vigilar su estado para ver si se resuelve la el problema o si la situación cambia.

Si la tos comienza a ser débil y el niño presenta síntomas de mareo o de cansancio no hay que esperar. Se debe solicitar ayuda de emergencias sanitarias para que acudan a prestar ayuda profesional ya que en estos casos el aire no está llegando al organismo del pequeño y podría producirse la asfixia del mismo. Hay que insistir en que el pequeño trata de respirar y expulsar el cuerpo extraño mientras llegan los servicios médicos.

Maniobras de desobstrucción

Los padres pueden ayudar a que el pequeño expulse el cuerpo extraño a través de maniobras de desobstrucción. En el caso de que el niño esté consciente y siga tosiendo fuertemente, se le debe colocar de pie y alternarse cinco golpes en la espalda con cinco compresiones abdominales.

Los golpes en la espalda son más efectivos al colocar una mano en el pecho del niño e inclinarlo hacia delante. De esta forma si el objeto sale de la zona donde está obstruyendo, podrá desplazarse hacia la boca y salir con más facilidad. En esta posición, el reanimador ha de dar cinco golpes fuertes con el talón de su otra mano, nunca con los dedos, entre los omóplatos del niño.



En el caso de que los golpes en la espalda no consigan solucionar la obstrucción, habrá que pasar a realizar cinco compresiones en el abdomen. Para ello, el padre habrá de colocarse tras el menor. Esta maniobra consiste en pasar los brazos tras las axilas del pequeño para rodearlo y colocar un puño en la entre el ombligo y la parte baja del esternón. Habrá de asegurar la sujeción con la otra mano y realizar cinco compresiones bruscas, hacia arriba y hacia atrás.

Prevención de atragantamientos

El mejor método para solucionar estas situaciones es la prevención. Los padres deben tener en cuenta los siguientes aspectos para mantener lejos estos accidentes:

– Siempre ha de haber un adulto supervisando a los niños pequeños mientras comen.

– Cuando el pediatra indique que se puede comenzar con la comida sólida, esta debe cortarse en trozos pequeños, vigilando que el niño trague bien.

– Enseñar a los niños a masticar suficientemente la comida.

– Los niños deben permanecer sentados mientras comen. Si corren o juegan con los alimentos en la boca, pueden atragantarse fácilmente.

– Cuando se compren juguetes para niños pequeños se ha de tener en cuenta la edad recomendada por el fabricante. Hay que evitar los juguetes con piezas pequeñas en los niños menores de 5 años.

– No se deberían dar al niño frutos secos o alimentos que puedan provocar atragantamiento hasta que el niño tenga 5 años, como mínimo.

Damián Montero

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