El verano es un buen momento para estar activo mientras se disfruta del aire libre y más después de los duros momentos de confinamiento que todos hemos pasado. Si bien los cielos soleados y las temperaturas cálidas brindan muchas oportunidades para el disfrute, ésta también es la época del año en que los riesgos de deshidratarse y enfermarse por el calor son mayores. La deshidratación simplemente significa que el cuerpo no tiene suficiente agua, y esto afecta su capacidad de funcionar normalmente.
Las personas de 65 años o más son más propensas a problemas de salud relacionados con el calor y a la deshidratación porque a medida que envejecemos nuestros cuerpos tienen menos capacidad de retener el agua y sentir sed.
Los adultos mayores no se adaptan tan bien como los jóvenes a los cambios bruscos de temperatura. En ellos es más probable que sufran una afección médica crónica que cambie las respuestas normales del cuerpo al calor y tal vez que estén tomando medicamentos recetados que afectan la capacidad del cuerpo para controlar su temperatura o sudor.
Problemas que puede causar un exceso de calor
Tener calor durante demasiado tiempo puede ser un problema. Puede causar varias enfermedades, todas agrupadas bajo el nombre de hipertermia. Eston son algunos de los problemas más habituales que puede causar un exceso de calor y la forma de evitarlos:
1. Quemaduras en la piel. Es un problema que afecta a todo el mundo y a cualquier edad pero especialmente importante en las personas mayores. Incluso aunque no se «tome el sol» a propósito, los rayos del sol, incluso en los días nublados, tienen incidencia. Los primeros síntomas es la piel roja, cálida y dolorosa. También se pueden desarrollar ampollas en el área expuesta. También puede ser frecuente que aparezca sarpullido, generalmente en el cuello, el pecho, la ingle o en los pliegues del codo y aparece como racimos rojos de pequeñas ampollas que se asemejan a granos. Es importante no romper esas ampollas y aplicar crema hidratante o polvos en las erupciones y mantenerse en lugares frescos y a la sombra.
2. Síntomas de deshidratación. Entre las personas mayores pueden darse ciertos síntomas que avisan de que no se tiene suficiente hidratación y son un aviso de posibles problemas posteriores por el calor. Entre ellos están: dolores de cabeza, mareo, calambres musculares, falta de energía, cansancio con una mínima actividad, boca seca, presión arterial baja, ritmo cardiaco elevado, confusión, orina oscura, menos micción… La deshidratación severa o prolongada puede exigir hospitalización, infecciones de la vejiga, cálculos renales y otros problemas.
3. Molestias leves por el calor. Pueden presentarse de distintas formas y síntomas y aunque no suelen ser graves, hay que prestarles atención. Una de las más habituales es el síncope de calor que produce un mareo repentino que puede ocurrir cuando se está activo en climas cálidos. Si se está tomando algún medicamento para el corazón, es aún más probable que se sienta desmayado. Los calambres por calor se manifiestan por una tensión dolorosa de los músculos en el estómago, los brazos o las piernas. Otra manifestación es el edema por calor que se reconoce por una hinchazón en los tobillos y los pies.
4. Agotamiento por calor. Es una advertencia de que el cuerpo ya no puede mantenerse fresco. Puede sentirse sediento, mareado, débil, descoordinado, con náuseas y sudar mucho. La temperatura del cuerpo puede mantenerse normal, pero la piel puede sentirse fría y húmeda. Algunas personas con agotamiento por calor tienen un pulso rápido. No hay que descuidarse, a veces el agotamiento precede a un golpe de calor más grave.
5. Golpe de calor. El golpe de calor es una forma severa de hipertermia que ocurre cuando el cuerpo está abrumado por el calor y no puede controlar su temperatura. Si tiene un golpe de calor, debe buscar ayuda médica de inmediato. Las personas mayores que viven en casas o apartamentos sin aire acondicionado o buenos ventiladores corren mayor riesgo. Las personas que tienden a deshidratase o aquellas con enfermedades crónicas o alcoholismo también corren más peligro. Los signos de golpe de calor son: desmayo (posiblemente el primer síntoma) o pérdida del conocimiento; cambio en el comportamiento, confusión, agitación, tambalearse, ser gruñón o actuar de manera extraña; temperatura corporal superior a 40 °C; piel seca, enrojecida y pulso fuerte y rápido o pulso lento y débil; no sudar incluso si hace calor.
Cada año, la mayoría de las personas que mueren de hipertermia tienen más de 50 años. Algunas deficiencias de salud ponen en mayor riesgo de sufrir un golpe de calor, los más importantes son: problemas cardíacos o vasculares; mal funcionamiento de las glándulas sudoríparas o cambios en la piel causados ??por el envejecimiento normal; enfermedades cardíacas, pulmonares o renales, así como cualquier enfermedad que lo haga sentir débil o que tenga fiebre; afecciones tratadas con medicamentos, como diuréticos, sedantes, tranquilizantes y algunos medicamentos para el corazón y la hipertensión arterial pueden dificultar que su cuerpo se enfríe; tener sobrepeso o bajo peso; beber bebidas alcohólicas.
Primeros auxilios
En todos los casos hay que buscar un lugar fresco, a la sombra si se está en el exterior, beber abundante líquido como agua o jugos de frutas o vegetales, pero no alcohol ni cafeína, y levantar ligeramente las piernas. También se debe aplicar un paño frío y húmedo en las muñecas, el cuello, las axilas y la ingle. Estos son lugares donde la sangre pasa cerca de la superficie de la piel, y un paño frío puede ayudar a enfriar la sangre. Una ducha fresca también puede ayudar. Si los problemas persisten conviene consultar a un médico.
Muchas personas mayores tienen problemas de salud subyacentes que les hacen menos capaces de adaptarse al calor, además algunos medicamentos que los mayores toman pueden contribuir a la deshidratación. Los mayores pueden no sentir la necesidad de beber y pueden olvidarse de hidratarse. Para prevenir los golpes de calor, el agotamiento por calor y las quemaduras solares sigue estos consejos:
Beber muchos líquidos. La deshidratación en las personas mayores es la raíz de muchos problemas de salud relacionados con el calor ya que elimina sales y minerales importantes del cuerpo. Algunas bebidas hidratantes pueden ser agua, bebidas 100% de zumo sin azúcares añadidos, como zumo de naranja puro o de manzana, bebidas deportivas con alto contenido de electrolitos. Hay que evitar las bebidas que conducen a la deshidratación, como alcohol o las que tienen cafeína.
Usar ropa adecuada. Es importante elegir su ropa con cuidado cuando hace calor. Esta decisión aparentemente pequeña puede tener gran importancia. La ropa adecuada e incluso accesorios como sombrillas pueden ayudar a prevenir quemaduras solares y agotamiento por calor al mantenerse más fresco. Las mejores prendas y accesorios para el verano deben ser de color claro, telas o materiales ligeros, ropa holgada, sombreros y gafas de sol.
Evitar las horas del mediodía. Durante los períodos de calor extremo, el mejor momento para estar al aire libre es antes de las 10 de la mañana o después de las 6 de la tarde cuando la temperatura tiende a ser más fresca. Durante el tiempo que se esté en el interior es aconsejable cerrar ventanas y persianas durante el día, poner durante un tiempo el aire acondicionado o el ventilador, tomar baños fríos o duchas, dormir en la habitación más fresca y usar ropa de cama ligera, apagar la iluminación artificial y la electrónica.
Marina Berrio
Asesoramiento: thyssenkrupp Home Solutions
Te puede interesar:
– Tratar con cariño y respeto a los mayores