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Diez alimentos que puedes tomar caducados

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¿Sabías que hay ciertos alimentos que puedes tomar caducados? Por supuesto, no son todos, y siempre que hayan estado bien almacenados y sin empezar. Apunta estos diez alimentos que puedes tomar sin miedo a intoxicaciones incluso cuando hayan pasado días o semanas desde la fecha que pone en su envase.

El motivo de que puedas tomar estos alimentos cuando en teoría están caducados es que no lo están: la fecha que viene en el envase es la de consumo preferente, no la de caducidad. Esta fecha marca recomendaciones para disfrutar del alimento en su mejor momento, pero no la fecha a partir de la cual quedará incomible.

Como bien recuerdan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), lo básico es que el producto haya estado bien almacenado. Si el producto lleva abierto un mes y no ha estado en frío (si tiene que estarlo), probablemente ya no puedas o debas tomarlo, aunque venga en la siguiente lista.

Para estar seguro, lo mejor es fiarse de los sentidos: si tiene aspecto «diferente», huele «raro» y, por supuesto, si le han cambiado sus características físicas (como el color), mejor no arriesgarse.

Alimentos que puedes tomar pasados de fecha

Yogures: pueden mantenerse durante varias semanas siempre que la tapa esté bien cerrada.

Pan de molde: si lo has mantenido bien cerrado, no hay mayor problema. Eso sí, revisa que no le haya podido salir moho.

Patatas fritas y frutos secos: piensa que si los compras en alguna tienda ‘a granel’ no tiene fecha de caducidad. Eso sí, ten en cuenta también que han podido perder algunas características, es normal que te los encuentres menos crujientes.

Bollos y galletas: Las magdalenas, las galletas, la pasta, la miel o los derivados de cereales son alimentos que tienen fecha de consumo preferente, por lo que no implica un riesgo para la salud consumirlos después. Eso sí, recuerda que deben tomarse con moderación.

Refrescos y alcohol: los productos con alcohol tampoco caducan, y con los refrescos lo más normal que ocurra es que pierdan el gas a los nueve meses, pero nada que ponga en riesgo la salud.

Pastas, arroces y legumbres: esta clase de alimentos se conocen como «no perecederos» precisamente porque no perecen. La única «condición» es que se mantengan en lugares alejados de la humedad.

Mermelada y mantequilla: lo único que les pasará es que irán perdiendo sabor, pero se podrán seguir comiendo sin miedo.

Embutidos y quesos curados: no hay riesgo alguno en tomar salazones o ahumados dos semanas después, y las piezas enteras de embutidos duran varios meses porque, de hecho, están pensadas para ello. Eso sí, aquí no se incluyen los embutidos envasados en frío, como el jamón york.

Sopas y salsas de sobre. Al ser alimentos secos, no hay riesgo ya que no se podrán desarrollar microorganismos sin agua, de ahí la necesidad de que esté fuera de lugares húmedos.

Brics de tomate frito y de leche. Los brics protegen su interior, por lo que en principio no habría riesgo alguno hasta dos meses después de la fecha marcada. Eso sí, si ves que el embalaje está hinchado o que, al abrirlo, desprende un olor «raro», mejor no lo tomes.

Ángela R. Bonachera

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