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Mi bebé se ha tragado algo, ¿qué hago?

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Te acabas de dar cuenta que tu bebé se ha tragado algo y no sabes qué hacer. Lo primero es mantener la calma y observar cómo reacciona tu hijo. Para ello, te damos una serie de pautas para determinar si le tienes que llevar inmediatamente a Urgencias porque se está ahogando o si puedes ayudarle a expulsar el objeto.

Tu bebé ha cogido una chincheta que había en el suelo y se lo ha metido en la boca, pero tú sospechas que se la ha tragado. Pues bien, lo primero que tienes que hacer es observar qué síntomas presenta y visualizarle bien la boca para ver si se la puedes extraer sin excesiva dificultad.

Dos reacciones en el bebé cuando se ha tragado algo

En el caso de que no hayas conseguido sacarla de la boca y por consiguiente se la haya tragado, puedes observar dos reacciones:

1.   Puede que empiece a toser y entonces, tienes que esperar a que se le pase un poquito porque se ha tragado algo que le ha irritado. Pero toser no significa que se esté ahogando sino que es consecuencia de una irritación.

2.   En el caso de que no tosa y empiece a presentar dificultad para respirar, inmediatamente debes coger al pequeño y llevártelo a urgencias o llamar al 112. Mientras llega  la ayuda médica, coloca a tu bebé boca abajo, sobre tus rodillas, sosteniendo su cabeza con una mano y golpeándolo cuatro veces seguidas en la espalda, entre ambos omóplatos. Vuelve otra vez a mirar si el objeto lo puede expulsar ahora  por la boca.

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Objetos punzantes: consecuencias para el bebé

Ten en cuenta que los objetos punzantes como las chinchetas, un trozo de cristal o un alfiler que parecen muy peligrosos, no siempre producen lesiones ya que el aparato digestivo se hincha para defenderse y por consiguiente, no se clava en ningún lado de las paredes digestivas o intestinales.

Por regla general, el 80% de los cuerpos extraños que tu bebé puede ingerir suelen pasar sin dificultad por el aparato digestivo y se eliminan días más tarde con las heces.

Ten especial cuidado también con los frutos secos y cuando vayas a preparar por ejemplo el aperitivo. Procura que no se te caigan al suelo. Tu hijo puede llegar a tragárselas y son productos que tiene mucho aceite y que le irritan el esófago.

Productos tóxicos: consecuencias para el bebé

El atragantamiento se produce en dos vías: en la tráquea o en el esófago. Cuando los productos que ingiere el pequeño avanzan por la tráquea se llama aspiración. Es, en estos casos, cuando tienes que acudir a un centro hospitalario de inmediato porque tu pequeño se puede ahogar. Pero en el caso de que se trague una moneda, por ejemplo, y lo haga por el conducto habitual que es el esófago, tienes que llevarle a que le hagan una radiografía y vigilar todas y cada una de sus deposiciones, facilitándole una alimentación adecuada, sobretodo rica en fibra. En estos casos, muchos pediatras suelen recetar un laxante.

En cambio, si tu hijo ha bebido de forma accidental lejía, amoniaco, colonia o cualquier otro producto tóxico que pueda producir intoxicaciones, es importante que te dirijas lo más rápido posible al centro de salud más cercano, para hacerle un lavado de estómago.

Lo que nunca debes hacer cuano tu bebé se ha tragado algo

Nunca debes golpear a tu hijo en la espalda o zarandearle si está tosiendo, porque puedes hacer que el objeto que ha ingerido se le atasque. Para ello, lo más importante y fundamental  es la prevención por lo que es básico que tu bebé no tenga acceso a ningún objeto pequeño a su alrededor.

Consejos para prevenir que tu bebé pueda tragar algo accidentalmente

1.   ¿Dónde sueles dejar la caja de costura o la de herramientas? Guárdalas siempre en un lugar cerrado donde tu bebé no tenga acceso de ningún tipo.

2.   Elige de forma adecuada cuáles van a ser los juquetes que va a utilizar tu hijo y cómprale sólo aquellos que estén homologados para su edad. Si tienes más hijos, procura que los objetos pequeños como las canicas, estén siempre fuera del alcance de tu bebé.

3.   Piensa en un lugar adecuado para que juegue tu hijo con un montón de juguetes a su alcance. Para ello, puedes montarle un pequeño parque en algún rincón de la casa donde puedas vigilarle mientras realizas otras tareas de la casa.

4.   La vigilancia tiene que ser más intensiva cuando empieza a gatear y andar. Empieza a moverse de un lado para otro y a coger todo lo que encuentra en su camino. Así que intenta tenerlo todo recogido y no dejar nada por el suelo.

5.   La cocina es uno de los sitios en los que tienes que tener más cuidado. Mantenla siempre recogida, tratando de guardar todos los objetos peligrosos en las estanterías más altas. No olvides que si quieres tener a tu hijo en la cocina cuando estés tú, debes meterlo dentro del parque o tenerle siempre a tu vista.

Macarena Funes
Asesora: Consuelo Sánchez. Pediatra del Centro Millenium de Sanitas de Madrid

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