Para educar a los niños, los padres necesitan entender cómo es el desarrollo del niño, sus procesos, cómo aprende de la experiencia y de la observación. Seguramente, a muchos padres les gustaría entender a sus hijos como lo haría un psicólogo o un pedagogo, comprenden qué siente, qué piensa y cómo aplica todo esto en su vida dependiendo de su caracter.
La psicología infantil
La personalidad y la manera con la que cada uno nos enfrentamos al mundo y establecemos relaciones con nuestros semejantes está fuertemente impactada por las experiencias infantiles. Las investigaciones en este campo muestran que los primeros años de la vida son cruciales para el bienestar emocional, social y físico de una persona. Estas experiencias están directamente relacionadas al vínculo que se establece entre hijos y padres.
Para ayudar a los niños a desarrollarse, los padres necesitan saber que su cerebro todavía está en desarrollo y su mente se forma de acuerdo con los estímulos que recibe. Cuando nacemos solamente tenemos la parte primitiva del cerebro desarrollada (que es la parte responsable por nuestras respuestas fisiológicas automáticas y emocionales), la corteza cerebral que es la responsable por el pensamiento lógico y planificación todavía necesita madurarse.
Los padres pueden utilizar este conocimiento a su favor ayudando los niños a desenvolver las habilidades y capacidades que necesitan. Por ejemplo, sabemos que a los niños más chicos aún están construyendo su capacidad de raciocinio, planeamiento y estrategia. Así que necesitan de otro tipo conducción parental que un adolescente.
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Indispensables para ayudar a los padres a promover el crecimiento emocional de tu hijo y la capacidad fundamental para tener éxito en la vida.
1. Entiende cómo funciona el cerebro de tu hijo
Cómo el cerebro del niño todavía necesita pasar por un proceso de maduración (que dura hasta el fin de la adolescencia), durante la infancia las experiencias crean la estructura de organización del cerebro. Toda la experiencia que tiene tu hijo, su entorno emocional y físico influirá en su desarrollo, pero principalmente la relación que tiene contigo y con las figuras de cuidado más próximas. Es partir de eso que su cerebro se desarrollará. Por lo tanto, lo que un niño necesita es que se le dé una estructura estable, segura y coherente, esto será la base de su crecimiento.
2. Cultiva la relación con tu hijo
La relación que estableces con tu hijo será fundamental en como el niño o adolescente buscará a ti o no cuando tenga un problema o necesite orientación. Los padres amorosos crean hijos amorosos. Su relación con ellos indicará cómo será el niño en el futuro. También afecta la fuerza de su salud social, física, mental y emocional. Es importante tener una postura amorosa de aceptación. Esté atento a las necesidades emocionales de tu hijo, reconozca y apoye sus emociones, al mismo tiempo que eres consistente y coherente con los límites. Los límites necesitan ser claros y adecuados para cada etapa del desarrollo.
3. Fomenta las fortalezas de tu hijo
Ante todo, busca conocer tu hijo, sus gustos, sus preferencias, su modo de portarse, sus miedos y sus calidades. Es importante fomentar las fortalezas de tu hijo, ayudándolos a desarrollarse aún más. Puede usarlas para aumentar su autoestima, ayudándole a proporcionar la confianza que necesita para hacer frente a cualquier cosa que parezca difícil. Los niños estarán más dispuestos a escuchar y entender cómo corregir comportamientos adversos si su dignidad está intacta.
4. Elogiar de la manera correcta
Céntrese en el esfuerzo, el progreso y el proceso en lugar del rendimiento solo, para que los niños no se sientan «dotados» y piensen que los talentos y las habilidades sean innatos.Niños que reciben elogios por su esfuerzo tienden a disfrutar de tareas desafiantes y muestran más motivación, en cambio los que son elogiados por sus logros presentan dificultades en manejar la frustración. En vez de decir «eres tan inteligente», dile: «Te has esforzado mucho en esto. ¡Estoy orgulloso de ti!». Esto le ayudará a entender que aprender algo nuevo o convertirse en un experto en una actividad requiere práctica y perseverancia. Seguir adelante con algo que no nos resulta fácil nos ayudará a desarrollar habilidades y aprender con el proceso.
5. Pasar tiempo de calidad con tu hijo
El tiempo que pasas con tu hijo en la mesa de la cena o conduciéndolos a la escuela y de regreso NO es suficiente. Es necesario dedicarles más tiempo, para hablar, jugar y estar realmente presente para ellos. En este momento dedícate exclusivamente a tu hijo. Si teléfonos, sin computadora u otras distracciones. Salir de paseo o simplemente conversar, te permitirá mejorar la relación con tu hijo fortaleciendo la relación padre/hijo, además de poder conocerlo mejor.
Ana Tereza Coelho. Socia fundadora de Espacio Vida. Psicología y Psicoterapia
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